lunes, 20 de diciembre de 2010

MI BAHÍA BLANCA QUERIDA (I)

EDUARDO GIORLANDINI


TOMO I
 

I
CUENTOS Y ANÉCDOTAS
 
SOLANERA

 
28 enero de 2001. Aunque el clima bahiense es variable este día, al sol de mi calle –o en la solanera (*1), como diría Florencia Albanesi- y más o menos a la hora docena del domingo, cuando todo está en calma en una calle libre de ruidos molestos, salgo de mi casa para hacer compras.
Salí de la cultura del libro y me metí en la cultura del barrio, para encontrarme con dos simpáticas vecinas. Volví a mi casita y al recorrer el mismo espinel se produjo con las mismas señoras el segundo encuentro. Una de ellas me preguntó cómo andaba caminando a esa hora. Porque, a decir verdad, todo el mundo se queja de todo y, en especial, del calor, cuando no se sale de vacaciones. Yo no me quejo porque me olvido.
Respondí la pregunta diciendo que salía para distraerme un poco, tomar algo de aire fresco yendo por la sombra, conversar con las vecinas que puertean o esquinean. Les dije también que eso era una distracción y un placer caminar por la sombra y tomar algo de aire más o menos fresco.
Después me encontré con otra mujer que hacía años que no veía. Luego de sorprenderse, exclamó: “¡Qué bien que está!... ¿Se conserva en formol?”. Recalé en el mercado del barrio y para completar el póquer de mujeres –no de polleras- vi allí a una muchacha blanca y rubia con los pantalones caídos –tal es la moda, incluso para embarazadas-, al estilo de Cantinflas pero sin la camiseta propia del cómico.
Cuando de regreso me encontré con el encargado de una cochera y le pregunté cómo andaba, tuvo otra prueba de la riqueza de los modismos populares: “Como las flores... marchitas por las calores”. Ya, en el hogar, el chiste de mi morena: “¿Mucho frío?”. No sé por qué me acordé del cantar:
 
“Por una rubia blanca,
me llevó el diablo;
y por una morena
vengo y me salvo”.
 

CUIDADO CON LOS TANOS


Comenzó a llamarse “tanos” a los napolitanos y luego a los italianos. Esto aconteció con la inmigración, en las últimas décadas del siglo XIX. El vocablo lunfardo se usó, indistintamente, de modo despectivo o afectivo y hasta familiarmente. Sin embargo, al principio no fue así, al menos aquí en nuestra ciudad, a juzgar por un hecho que fue motivo de inserción periodística.
En efecto, el diario “El Deber”, de Bahía Blanca, en la edición del 21 de enero de 1896, incluye una carta del lector “Ítalo”, que expresa su queja contra el artículo Música en la plaza, de un tal Valentini, que era músico y director de un grupo musical, artículo que fuera publicado por “El Porteño”, en el que se usa despectivamente la palabra “tano”, con alusión a los italianos.
Ítalo, haciendo honor a una modalidad del sur de Italia, profundizada por las prácticas mafiosas, escribe, de un modo elíptico y eufemístico, alguna posible amenaza:
 
“Voy á permitirme, pues, un breve advertimiento,
por aquello de que ´hombre avisado, a mitad
salvado´ “Y agrega:
“... los italianos son algo prontos de genio, y no
sería de extrañar que, picados por la picota, lle-
garen a perder la paciencia”.
 
Bahía Blanca recibió vigorosos flujos inmigratorios de Italia, particularmente del mediodía italiano. La palabra creada espontáneamente por el pueblo se incorporó a la literatura popular argentina (poesía, sainete, letras de tango, novela, cuento) y al habla de los argentinos, incluyendo los descendientes de los queridos tanos que llegaron aquí por diversos motivos, fundaron familia, trabajaron y construyeron gran parte de nuestro progreso y nuestra cultura. Con el tiempo, “tano” pasó a ser un sobrenombre cariñoso y fraterno. Pero en principio, se trató del “nápoles”, ´napolitano´ y ´por extensión´, cualquier italiano (especialmente del sur)´, tal como lo había escrito José Hernández en El gaucho Martín Fierro:
 
“Un nápoles mercachifle
que andaba con un arpista
cayó también en la lista  
sin dificultá ninguna:
lo agarré a la treinta y una
y le daba bola vista”.
 
UN BAHIENSE EN UN CONGRESO INTERPLANETARIO
 
En el año 1973 asumió como diputado nacional por la Unión Cívica Radical el doctor Don Mario Lavalle, convecino de Bahía Blanca.
Al poco tiempo debió asistir a un Congreso Interparlamentario en Japón, pero un artículo periodístico tuvo por título más o menos así: “El doctor Lavalle asiste a un Congreso Interplanetario”.
¿De qué hay que quejarse en un tiempo como el presente y en una ciudad como mi Bahía Blanca querida? De muchas cosas, seguramente.
Me escribió Max Ramírez:
“Life is not a problem to be solved, / but a mistery to be experienced”, ´La vida no es un problema para ser resuelto, sino un misterio para ser experimentado´ (J. Cambell). ¡Gracias a Dios!
 
TRABAJADOR INFORMAL
 
Un día, hace ya varios años, recibí un llamado telefónico de un joven músico de rock, por una consulta de carácter laboral, produciéndose el siguiente diálogo:
-Joven músico. Yo trabajo de tanto en tanto... poco... muy poco laburo... no siempre cobro y, cuando cobro, cobro chirolas... Lo que gano al mes no me alcanza para tener CUIT, que a veces me exigen para cobrar. ¿Qué soy yo? ¿Cómo estoy encuadrado?
-Yo. Sos trabajador informal.
-Joven músico. ¿Soy trabajador?
-Yo. Sí.
-Joven músico. ¡AH!... ¡Ahora me quedo tranquilo!
 
¿Y PARA COLMO SIN YERBA!
 
El muchacho bahiense, protagonista de esta historia, decidió irse a Brasil, en busca de trabajo y así canalizar su vocación de músico. Tomador de mate, se cuidó de trasladar un montón de kilos de yerba, pensando que donde iba a estar le resultaría difícil de conseguir o cara.
Conoció a una muchacha y se enamoraron. La relación iba viento en popa. Se casaron. Ella trabajaba, tenía buen ingreso y él trataba de rebuscárselas como músico. Más, así la cosa no podía continuar, de modo que él un día pidió dinero a un amigo de su padre y llegó a su departamento con el fajo de billetes.
En tales circunstancias encuentra una nota de su mujer. Luego de un año de matrimonio lo había abandonado para siempre.
Una amigo de Bahía lo llamó y le hizo la pregunta de rigor:
-¿Cómo estás?
-Me abandonó mi mujer... y para colmo me quedé sin yerba.
 
METEGOL

La historia es real y sinceramente no sé quienes son las personas. La escuché de un amigo muy serio hace muchos años y no tengo hoy posibilidad de ubicar a los personajes y el tiempo y el lugar en que ocurrió la anécdota.
Dos hermanos, de muy baja estatura, tenían un negocio en pleno centro de la ciudad. Una vez estaban parados en la vereda, a poca distancia de la entrada. Pasaron dos tipos y uno le dice al otro:
-¿Viste? Están desarmando el metegol.
 
CARTAS VIEJAS DE UN NIÑO PUPILO
 
Los fragmentos epistolares que he de transcribir fueron encontrados en un antiguo baúl de una familia bahiense y las cartas fueron enviadas por un niño pupilo, en colegio religioso, hace casi sesenta años; algunas están escritas en formularios de “notas de venta”, posiblemente en su poder, dados por su padre, entonces comerciante. La transcripción que hago es fiel y he dejado tal cual la ortografía del remitente.
 
·     Mamá mandame una pelota para jugar a la paleta también el rosario para el lunes sin falta. Mamá todo esto que te pido lo preciso para el lunes sin falta bueno por ahora no preciso más nada. Mamá tengo hambre, estoy flaquito”.
·     Querido Hermanos deseo buenos hermanos que se encuentren todos bien de salud. Hermanos mios les pido que no hagan renegar a nuestros padres si queremos recibir alguna recompensa portemonos bien por el vienestar de nuestro padres.
Estoy orgulloso de que han salido bien en los examen igualmente que yo, bueno hermanos mios sin mas que decir saluda cariñosamente tu hermano
·     Mamá manda lo que escribo. 2 salamines. 3 calzoncillos y 3 camisetas, 2 pantalones, 2 pulloveres, 1 guardapolvo 3, pares de medias y las zapatillas de baño, un par de zapatos, 2 camisas un gorrito, las rodilleras y los botines con el pantalón y las medias.
Mamá mandame un frasco de dulce de leche. Mamá beni el martes y decile a la negra que venga el lunes para habisarme si benis y si benis beni a las 5 mamá cuando es el cumpleaños de abuelita, sin mas que decirles saluda cariñosamente...
·     Mamá manda 2 servilletas, sali en el puesto de la clase, estoy bien lo unico un poco resfriado y entonces traeme el frasco de Vivaporu. estoy contento y bien de salud, desendo que se encuentren bien como y me despido con todo cariño”.
·     Mamá el 14 de agosto yo voy a ir a casa. o si no el otro sabado y traema manteca y dulce de leche
·     Queridos Padres Mamá y Papá deceo que se encuentren bien de salud gracias a Dios. En esta pequena cartita te escribo una linias para decirte que preciso algunas cositas. Un calzoncillo, un par de zapatillas de goma, un frasquito de gomina. El pantalón de foot blall y el pantalón del traje junto con el marrón. El pullover verde y la corbata colorada con los guantes. y ahora vienen las comidas.
Un ¡salame! o ¡chorizos! Dulce de leche cremalín.
Un queso y un pan de maneteca. Mamá sin mas que decir saluda cariñosamente Nota Mamá tengo hambre estoy flaquito”.
 
El Reglamento del Colegio establecía en su artículo segundo: “Se les proporciona una alimentación sana y abundante...”.
El artículo diez y nueve prescribía: “Los alumnos internos pueden escribir a sus padres siempre que lo desearen”.
Finalmente, el artículo veintiocho establecía el equipo que debían tener los pupilos (ropas, guardapolvos de brin gris oscuro, elementos de dormir y lo necesario para el tocador), con exclusión de alimentos.
En la fuente documental leemos: “Prospecto del colegio ´La Sagrada Familia´, de Pigüé, FCS”.
 
LOS DOS RICARDO LAVALLE
 
El Ricardo Lavalle que los bahienses conocemos hoy es el ciudadano en cuyo recuerdo se dio el nombre a la Plaza ubicada en la segunda cuadra de calle O´Higgins, donde existió un café al paso que solíamos frecuentar con él, con su hermano Mario, mi hermano Orlando, Héctor Margo (el papá de Ricardito), Horacio Larribité y otros amigos. Me correspondió la primer iniciativa para esa evocación.
Este Ricardo, el Maestro de la “escuelita” de Caronti 27, fue senador provincial, presidente del Comité de la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires, vicegobernador y gobernador en remplazo de Anselmo Marini, durante un tiempo; y, lo más importante, presidente y miembro informante de la comisión redactora de las reformas constitucionales de 1957, que instituyó el artículo 14 bis de derecho sociales.
Recorriendo las páginas de antiguas publicaciones existentes en el Archivo de la Municipalidad local, descubrí que en el diario “El Deber”, del 3 de marzo de 1896, se anunciaba la candidatura a diputado nacional por la Unión Cívica Radical, del señor Ricardo Lavalle, de quien el mismo diario informaba: “Una vida sin tacha; es un hombre inteligente, es un hombre culto”. Es decir, lo mismo que se podía decir de nuestro Maestro de civismo, de la Escuela de calle Caronti, acerca del que habría que agregar que era pobre y lo siguió siendo después de sus funciones públicas, y el anterior, con quien no tenía lazo de parentesco, era un hombre de fortuna.
Cuando el candidato a diputado nacional, del año 1896, perdió la elección, “El Deber”, el 10 de marzo de 1896, escribió:
 
“El fraude en acción
Triunfo de la matufia
... Han triunfado los mitristas, pero es el triunfo
del fraude, de la camándula y de la matufia...”.
 
Cuatro años después se conoce la música y la letra del tango Matufias, de autoría de Angel Bregorio Villoldo; la letra, antecesora de Cambalache y otros, es una crítica de la corrupción finisecular y de la clase política imperante.
 
SOCIOLOGÍA DE LA EMPRESA ESQUINERA

En medio de la crisis socio-económica argentina, es dable observar datos de sociología popular, en las esquinas, donde se instalan puestos, permanentes o no, dado que a veces hay rotación o cambio de lugares de venta por el carácter informal de la actividad de los vendedores “ambulantes”.
El tipo se instaló en una esquina del centro para vender flores. Como el negocio andaba bien al poco tiempo se convirtió en empleador y puso a otro para que lo remplace, dependiente. Otro, ya tenía un ayudante, al tercer día de haberse “establecido” con un cajón y una damajuana con agua para refrescar los manojos de berro “traídos de Sierra de la Ventana”. ¿Existirá la ley del cafiolaje argentino?
 
EL ENTUERTO DE LA ESTAMPILLA

Antiguamente las estampillas que conocimos eran las de Correos y Comunicaciones (estatal); las que ponían en las libretas de los boletos de compra-venta de terrenos a pagar en cuotas mensuales – casuales, si la cosa andaba mal; las que se ponían al final de los escritos judiciales y sobre la cual se iniciaba la firma del profesional, luego de la expresión folclórica; “Será Justicia (es una de las dos partes que sabe que no es cierto)”; la que poníamos en la hoja de la Caja Nacional de Ahorro, de cinco centavos o menos, en los tiempos de las monedas de cobre y cuando la plata era lo que plata valía; o , más atrás todavía, cuando se pegaba en el carné de afiliación al partido político, generalmente con la foto de Alem, o de Hipólito Yrigoyen.
Ahora se han diversificado de  tal modo que el rostro de los próceres es lo de menos y sí se difunden personalidades de distintas actividades, ejemplares de la flora y la fauna y personajes de historietas; cada empresa para el envío de correspondencia tiene sus propias estampillas, o bien la máquina remplaza el estampillado. Hoy, el pago de los impuestos de sellos no se comprueba con estampillas, además por los montos significativos.
El caso es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dispuso en una acordada instituir una estampilla que se compra en el Banco de la Nación Argentina; verbi gratia 2 $, para obtener dos fotocopia (dos estampillas de 1 $ cada una). Un colega llamó a la Corte y pretendió hablar con su presidente para pedirle una explicación al respecto y además para que se le informara por qué motivo la estampilla impresa tiene, entre otros datos, uno que informa: “U.1” y no expresa el precio. Esto es, no dice “ $ 1”.
Ante la lógica inconveniencia de tratar semejante asunto con el presidente de la Corte, el empleado, indignado, que atendió la llamada telefónica, le dijo: “-¿Por esta b... usted quiere hablar con el presidente?”. El tipo, en ese momento, se acordó de Tangalanga y le contestó: -“Lo que pasa es que detrás de esto debe haber algún chanchullo”.
 
FÚTBOL Y TIROS

Relató Don Enrique Cerquetti (nota de Rubén Benítez, en “La Nueva Provincia”, 26 de enero de 2003):
“-Una vez en la quinta del Papa (Brasil y Don Bosco) donde estaba la cancha de Noroeste, jugaban Argentino y el local. El árbitro cobró penal a favor de Argentino y cuando iban a patearlo, uno se metió a caballo en la cancha, sacó el bufoso y tiroteó la pelota. Se armó una batahola infernal y nosotros –los pibes- nos tiramos al otro lado de la vía”.
 
LOCALES Y VISITANTES

Hace algunos años, surgió la idea de un partido de fútbol entre periodistas del ámbito local y los “alojados” en la Unidad Penitenciaria, esto es, la cárcel departamental.
Era costumbre que se organizaran partidos de este tipo, entre miembros de un grupo social y otro, al margen del estatus; generalmente no se conocían en forma personal o individual, salvo excepciones y alguna sorpresa.
En aquellas circunstancias, según relató en rueda de amigos un periodista que había sido partícipe en el hecho deportivo, comentó que en el grupo de presos, esto es, en el equipo de los encarcelados en dicha Unidad, había un conocido e importante futbolista de la primera de un club bahiense.
Vestidos deportivamente, como manda la ocasión, comenzó el partido y no bien iniciado se encontraron en un sector de la cancha, dos conocidos, de sendos equipos. El breve diálogo, sorpresa mediante fue el que sigue:
-(Periodista) ¿Qué hacés acá?
-(Preso) ¿No ves? ¡Juego de local!
 
DE LOS QUE ENMIENDAN LA PLANA
 
Son muchos los motivos por los que en los medios de prensa escrita se muestran manifiestamente los que acostumbran a corregir las notas, artículos o texto que llegan a los ámbitos de esos medios.
Lo hacen los periodistas, los correctores y, según dicen, hoy día, los “armadores”, en este último caso por medio del “corte”. De algún modo existe la división del trabajo, pero no en todas secciones hay especialistas.
 Si se limitaran a una labor de transcripción y no de revisión y modificación del contenido, resultarían menos pintorescos los resultados. No es común que el corrector, además de gramática, sepa normas de transcripción de documentos (paleografía y noegrafía), metodología y normas para citar fuentes. Los más jóvenes son los que, en materia de tango y de lunfardo, cometen errores cuando se ponen a enmendar al autor. Así, Juan Mondiola resultó ser Juan Mondiolo, porque Mondiola no podía ser un apellido; y a Yrigoyen no lo embalurdaron, en la letra de “Yo soy del Treinta” sino que lo embadurnaron; Juan Andrés Caruso fue bahiense, por vivir un tiempito aquí... Ni hablar de los errores y omisiones. Aconsejo a no escribir algunas palabras como digresión o pautas. Una a puede perderse en la vertiginosidad del trabajo de redacción.

GUÍA MATRIMONIAL

El 14 de enero de 1925, “La Nueva Provincia” publicó una guía matrimonial; podría decirse que eran dos, una para hombres y otras para mujeres. Han pasado muchos años pero, humor incluido, las pautas y orientaciones reflejaban valores propias de la época.
La destinada a los hombres aconsejaba a elegir mujer con manos arrugadas, callosas y deshechas por el trabajo; no a la que quiera ir todas las noches al cine o el teatro; o cuya habitación esté cubierta de retratos firmados de algunos pretendientes o amigos; o cuya única preocupación sea el arreglo exterior de su persona; o sea gastadora; o muy besadora; o inmodesta en el vestir.
En la guía para mujeres se aconsejaba no casarse con un hombre que diga que no tiene malos hábitos, pues es casi seguro que en ese caso tenga un vicio peor que la bebida o el tabaco: la hipocresía; o que sea buen bailarín; o que deteste a los perros; o que hable despectivamente de los padres o ancianos; o que beba a escondidas.
¡Casi nada! ¡Sin palabras!
Recuerdo que cuando era niño, aquí en Bahía Blanca querida, los padres de hijas maestras desconfiaban de los candidatos y suponían que no les gustaba el trabajo; si eran músicos, recelaban de que tuvieran ingresos suficientes; si el tipo decía que era pintor, no tenía trabajo; si tenía buena pinta y estampa, era vinculado al proxenetismo o al donjuanismo. Cuando querían comprometer al muchacho, se lo invitaba a comer y si la familia era italiana difícilmente se escapaba de los tallarines al tuco, a la siciliana o a la ´cosa nostra´; si la hija seguía la línea de la mamá, el matrimonio era como decía –y dice aún- el sacerdote y el oficial del Registro Civil: hasta que la muerte los separe.

RICARDO LAVALLE Y EL TOYO
El doctor Ricardo Lavalle fue un hombre culto. Hablaba varios idiomas y decía que en la Argentina había que hablar el español y el lunfardo. Muy lector y de memoria fotográfica. Aprendió mucho de la vida y la gente en su vida cotidiana, ejerciendo un contacto permanente con las personas y sus dramas y leyendas. No medía el tiempo si se trataba del diálogo y los encuentros con amigos, compartiendo mesas, sobremesas y noches. Creo que fue así siempre, desde su juventud. Ya en la madurez y como militante político dialogaba mucho con Arturo Jauretche, Luis Dellepiane, Emir Mercader y otros, sobre diversos temas.
Tuvo amigos de toda condición y profesión, sin distinguir por ningún motivo; uno de ellos había sido un pintor que, con el tiempo se había dedicado a la bebida, a la mala bebida, la que gana todas las partidas. Luego de haberse hecho cargo de la vicegobernación de la provincia de Buenos Aires, el artista pintor concurría a las dependencias de la presidencia del Senado de la provincia (el vicegobernador preside el Senado) para pedir audiencia, en estado alcohólico.
Lógicamente, Lavalle no quería atenderlo, en esas condiciones, a ese artista pintor al que llamaban “Toyo”, de sobrenombre.
Un día, Toyo, luego de varios intentos frustrados, se sentó a un costado de la entrada del auto que conducía a Lavalle, a la vista, esto es, no podía hacerse el distraído con la figura de Toyo. Al rato, éste volvió a insistir, para que lo atienda y por causa de la negativa de Lavalle, le dejó una nota que decía: “La Plata, 5 de marzo de 1965. Che Ricardo, tu velorio será un fracaso. Tuyo, Toyo”.

Y TU CANTO QUE EVOCA ALGUN PASADO
Después de muchas décadas de haberse extendido el tango canción comenzó una suerte de polémica con respecto al origen del tango con letra cantada. Para algunos esta historia empieza en 1917, con el tema Mi noche triste y, para otros, con Milonguita, posterior al anterior.
Lo cierto es que tangos y pretangos o tangos primitivos o tangos-milonga –cualquiera sea su denominación- con letras y cantados existieron muchísimos años antes al citado año de 1917, en que se hizo el tango canción citado en primer término. Pero se invocan razones técnicas para establecer que antes de 1917 no hubo tangos-canción.
Coetáneamente, el poeta bahiense Orfelio Tasistro, el 15 de abril de 1917, publica en la revista local Arte y Trabajo (Año II, número 32), una poesía titulada Tango en la que conceptúa implícitamente al tango canción y además con la característica consistente en la evocación del pasado, inherente a la letrística tanguera:

“Es terrestre tu origen, no divino
como el de danza, de ritual sagrado.
De la carne desciende y del vino.
Epicuro te hubiera apadrinado.

Cuando suenas, dijéronse quebrado
tu giro en un espasmo libertino,
y tu canto, que evoca algún pasado
neurótico, bohemio, femenino.

Resumes el nocturno devaneo
que el licor enrojece y el deseo.
Y, mientras con visiones de placeres

nuestra pupila varonil conturbas,
a tu voz se desdoblan las mujeres
en un desmayo sensual de curvas”.

Es decir, el vate bahiense asumía que existía ya el tango canción y asimismo con los signos apuntados. Justamente, el pasado se vincula a la nostalgia, y es la temática más frecuente en  la versería tanguista.

EL CHOCLO

Luego de inaugurarse el Mercado Modelo, en Bahía Blanca, con entrada por las calles Zelarrayán e Hipólito Yrigoyen, doña Rosalía Micheli de Romagnuolo, salía con su hija, cargada de mercaderías diversas hacia su domicilio de Zelarrayán 326.
A poco andar es llamada por un convecino que traía un choclo en la mano y le pregunta si era de ella. Doña Rosalía, con su característico buen humor le contesta: “¡No... si va a ser de Villoldo”.
Como se sabe El choclo es el famoso tango de Angel Gregorio Villoldo, con letra de un bahiense, Juan Carlos Marambio Catán, compartida con Enrique Santos Discépolo.

¡ATENTI PEBETA!
Me encontraba yo en la cola (académicamente, fila) para pagar la factura del agua, durante el verano. Delante de mí había una señora de baja estatura, acompañada por su hijo, de aproximadamente 10 años, que igualaba a la mamá en estatura, en físico, y hasta en la forma de vestirse, dado que madre e hijo estaban con ojotas, pantalón corto y remera; y hasta un colgante con un pequeño objeto que, en el cuello del chico era una pelota de fútbol.
Se acercó una muchacha un poco más alta que el chico, 30 cm. aproximadamente y luego de saludar a la mamá acarició la cabeza del chico, quien dejó la vista levantada mirando el rostro de la joven sino en una posición normal, como quien mira adelante verticalmente. Cuando se retiró la muchacha el pibe la siguió con la vista más abajo todavía. La escena me pareció graciosa, máxime que el “nene” tenía cara de pícaro y una obesidad cercana a la simpatía.
Después, en mi casa, leo en una publicación:
“... la Federación Internacional de Planifi-
cación Familiar (IPPF) ... señaló que comien-
zan (los jóvenes) su actividad sexual en e-
dad más temprana que en generaciones ante-
riores”.
Mi observación terminó cuando el chico se alineó nuevamente en la fila con su mamá, llevándose el fulbito a la boca. Esto hubiera sido motivo de mayor atención por Freud y lo habría incorporado a alguna de sus obras, por ejemplo Psicopatología de la vida cotidiana.

VALORES Y DUBLÉ

A mayor desarrollo tecnológico y materialista se ha producido históricamente la decadencia moral, espiritual y axiológica. Algunas cosas subsisten tal cual, otras se han alterado.
Recorriendo las páginas de la prensa escrita más antiguas de Bahía Blanca, aparentemente la circunstancia local se ha transformado notablemente, pero, en casos, como lo expresó un personaje que representó Marcelo Mastroiani, el libreto es el mismo, desde el punto de vista de la naturaleza de las cosas humanas.
Igual que hoy, los delincuentes, con sentencia firme, según la nomenclatura jurídica, siguen expresando su inocencia. Un telegrama recibido de París, el 4 de marzo de 1896, anuncia que un tribunal condenó a Tremblié a la pena de muerte, por constatarse plenamente ser el autor del descuartizamiento de Farbos. Cuando se le leyó la sentencia, dijo: “Soy  inocente”.
Por aquel año, el 19 de mayo, llegaron los veinte primeros bancos encargados por la comisión para el ornato de la plaza, bancos que, como los monumentos, los viejos paredones o adoquines, o árboles, fueron, según una frase que habría de convertirse en modismo “mudos testigos del tiempo”. Los bancos que, con el tiempo, además de ornato, sirvieron para el descanso, el encuentro amoroso –con la consiguiente represión policial en ciertos momentos de la historia bahiense- o del juego del truco.
Y a propósito, también la historia de los naipes nos muestra la tendencia fiscalista de los gobiernos, como cuando en ese mismo año (1896) se instituyó el impuesto a los naipes, determinándose, para el control estatal, el deber de colocar las estampillas respectivas. Por entonces, el billete de lotería también costaba 5 $, como hoy, pero otra era la capacidad adquisitiva, cuando plata era lo que plata valía; “El Deber” informaba que los trenes atrasaban y la publicidad anunciaba los cigarrillos “Rifleros”.
El mismo diario anunciaba el estado de salud del Doctor Leandro N. Alem, que precedió al suicidio, y la renuncia de Hipólito Yrigoyen como presidente del Comité de la Provincia de Buenos Aires, con la confesión del editorialista: “Somos de los radicales que prefieren la derrota antes que la deshonra”. Hoy todo ha cambiado y la patria no renace, remedando la letra de un tango.

DON PEPINO

Era un verdadero Maestro de la construcción. Obrero, artesano y un poco de artista. No tenía instrucción pero sí cultura, ese tipo de cultura que los italianos asimilaron como resultante histórica, en su país, aprehendida en el paso cotidiano y en la vida de relación en el campo, ciudad o el pueblo pequeño; es decir, en ese ámbito que refleja el pasado objetivado en una circunstancia que transpira arte, ciencia y filosofía seculares.
A pesar del tiempo transcurrido en Bahía Blanca, donde vivió desde su llegada, no había aprendido correctamente el idioma local. Hizo con su trabajo un patrimonio estimable. Cumplidor de sus obligaciones, respetuoso, alegre y familiero, a pesar de sus enojos y reacciones un tanto violentas, verbalmente o de apariencia fáctica.
Una vez construía una vivienda y el propietario lo instaba a su terminación, pues era bueno en su profesión pero lento, por responsabilidad (si no tenía un poquito de vino de más, alguna vez). Un día el dueño de la casa en construcción le preguntó: “-Don Pepino... ¿Cuándo la termina?. Le contestó con una anécdota: “Cuando Miguel Angel pintaba la Capilla Sixtina el Papa le preguntaba lo mismo y Miguel Angel le dijo: ´Cuando la termine´ “.Y a propósito de ese vinito de más: he podido comprobar en Bahía Blanca cómo se ha usado la bicicleta como “andador”; en vez de subirse a ella para andar se la lleva caminando, con lo cual se mantiene cierta línea en el itinerario al apoyarse en ella. Pues bien, una vez, en el zigzagueo involuntario, se le fue la bicicleta del curso que llevaba y don Pepino le dijo: “!Quedate quieta... quedate!”.
En otra ocasión, don Pepino, como dije cumplidor de sus obligaciones, debió hacer un trámite de consignación judicial de una suma de dinero. Concurrió a un Estudio Jurídico. El abogado le explicó uno de los pasos iniciales. Parte del diálogo, cocoliche incluido, fue más o menos como sigue:

-         Abogado. Aquí tiene una boleta de depósito judicial original y dos copias.
-         Pepino. Coreto (correcto quiso decir).
-         Abogado. Va al Banco de la Provincia de Buenos Aires, allí en calle Alsina (en aquel tiempo tenía su sede en esa calle la sucursal Centro).
-         Pepino. Coreto.
-         Abogado. Entra. Justo enfrente hay ventanillas. Hacia la izquierda hay una que dice “Caja”. Allí entrega las boletas con el dinero.
-         Pepino. Coreto.
-         Abogado. El empleado del banco le recibirá el dinero y le devolverá las copias, que son dos.
-         Pepino. Coreto.
-         Abogado. Luego me las trae de vuelta. ¿Entendió?
-         Pepino. No.

HACER LA DEL RENGO (*2)

El hecho que voy a contar es real y fue protagonizado por estudiantes de abogacía, varios bahienses, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Uno de los protagonistas, que me autorizó a dar su nombre y a la vez me relató lo acontecido, fue el distinguido doctor Roberto Aralda, que fue Intendente de Bahía Blanca. Entre los demás actores estaban el doctor Ricardo Lavalle y el doctor Roberto Volpe.
Aproximadamente, al promediar la década de 1940, había una juventud estudiantil activa, que participaba en asambleas estudiantiles y que, en ocasiones, por ser multitudinarias, se realizaban en el patio de la Facultad de Humanidades, sobre calle 6, en dicha ciudad. Lo cierto es que a veces había algunos tumultos y a veces concurría la policía.
En una de esas reuniones la policía rodeaba el edificio y se había corrido la voz de que a uno de los estudiantes, que era rengo y rebelde, lo iban a detener y a lo mejor se  iba a ligar una paliza. Así que se pusieron de acuerdo un montón de estudiantes y al desocupar el recinto la mayoría rengueando, hasta tomar distancia y ponerse a correr.
Pasaron algunos años y el estudiante, destinatario de la decisión del comisario que dirigía el operativo, aunque civil, fue designado jefe de policía de la provincia de Buenos Aires. Algunos de aquellos dirigentes estudiantiles eran radicales y después militantes radicales, pero respondieron a la gran convocatoria hecha por Perón, que incorporó a su movimiento gente que como algunos de aquellos, o como Homero Manzi o Arturo Jauretche, se sumaron al movimiento nacional  y popular.
Cuando asumió el jefe de policía, que era Volpe, sus amigos le regalaron un sable corvo.

EL HORNO NO ESTÁ PARA BOLLOS
El hecho que voy a relatar seguidamente fue comunicado por “La Nueva Provincia”, en su edición del 25 de septiembre de 2001.
Ocurrió en la panadería San Francisco, en Villa Loreto. En varias ocasiones un joven, que vivía a pocos metros del local había intentado entrar subrepticiamiente a robar; en todos los casos, infructuosamente, habiendo probado de muy diversas formas, incluyendo la de entrar agachado, en cuatro patas.
Su imaginación voló alto. Lo llevó al techo del edificio. De modo tal que su plan consistió en entrar por la chimenea del horno de la panadería. Lo intentó realizar así, pero luego de iniciar su descenso quedó atrapado, en la chimenea.
Un patrullero de la policía recorría el sector y constató que alguien pedía ayuda a gritos desde ese sitio. Al subir los policías vieron que unas manos salían de la boca de la chimenea se agitaban y el atrapado pedía auxilio una vez más.
Fue detenido e imputado de tentativa de hurto calificado. Luego de haberse tramitado la excarcelación bajo fianza y retornar a su domicilio, un pibe del barrio le gritó: “- Che, gordo... para la próxima bajá la panza... elegí una chimenea más grande”.

ERGONOMÍA Y DIVERSIFICACIÓN CULTURAL
La cultura o, dicho de otro modo, las cosas que produce el ser humano, presentan hoy día un alto grado de diversidad; en casos, lo anterior no desaparece y lo nuevo se acumula. Por ejemplo se sigue usando las carretillas. Es evidente que si bien se siguen usando las más antiguas, prácticamente destructibles, se han fabricado muchos modelos. Unos de éstos tiene que ver con el breve relato de la vida cotidiana que haré seguidamente.
Un trabajador intentaba penetrar en una casa, por una entrada lateral, con una carretilla moderna, cargada de ladrillos. Como el trabajador era una persona alta, los brazos de la carretilla se elevaban de modo que el paragolpes que tenía en su parte delantera, delante de la rueda, golpeaba contra el borde superior de la entrada. Arremetía una y otra vez, rompiendo el material del mismo, pero no advertía la causa. Quise explicarle que si no levantaba tan alto los brazos el paragolpes no tocaría el escalón del caso y me contestó: “-¿Qué se mete en lo que no le importa?”. “Me importa –le dije- porque es mi casa”.
La ergonomía estudia la relación de la persona laboral con la herramienta, la máquina, en fin, el puesto de trabajo. La sicología laboral estudia también la adaptación en la relación persona/máquina. Las cosas nuevas obligan al cambio. ¡Fíjese qué cosa! ¿No?

EL TORO BLANCO
Este es el título de la obra de José Román Cachero, libro presentado a fines de octubre de 2001, en la Biblioteca Bernardino Rivadavia, de Bahía Blanca.
La exposición del autor versó alrededor de un dicho popular: “Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”. Luego me acordé de una poesía de Orlando Mario Punzi, Santo y seña, encabezada con dicho producto de la sabiduría popular, según el poeta, contenida en el libro El dos de copas.
En el poema se expresa la idea de que algo falta a dicho adagio, al menos en la Argentina de Manzi y Troilo:
“Pibe y árbol y libro: flor y truco.
Pero no basta, che... Pará la oreja,
y andá desovillando la madeja
que va de “Chiquilín” a “Pernambuco”.

Allí no más, a tiro de trabuco,
la chaucha del gotán se despelleja
dos por cuatro y arveja por arveja,
y al modo compadrón de Chacabuco.

Pibe y árbol y libro... Y en bandeja
Troilo y Homero y “Sur” –quiero retruco-,
la guardia joven y la Guardia Vieja.

Y el día que clavés el osobuco,
vos no pasás, San Pedro no te deja,
si no cantás un tango de Pichuco”.
De modo que el dicho quedaría así: “Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro y cantar un tango”.

VENTAJAS DE LA VEJEZ
Cuando uno llegara ser proyecto se da cuenta de las ventajas que tiene la vejez. Son innumerables. He de ilustrar solamente las posibilidades del buen humor, en ciertas ocasiones, y de la capacidad para generar anécdotas.
En una oportunidad, me llamó por teléfono la presidenta de una institución humilde de una localidad del Partido de Bahía Blanca, con el fin de que yo hable en el local de la misma acerca del tema que les interesaba: tango y lunfardo.
Tiempo después de habernos puesto de acuerdo en el día, lugar y, en fin, todos los asuntos del caso, vuelve sobre el particular para decirme que necesitaba venir a la ciudad para hablar conmigo. Le manifesté que no era necesario y me insistió reiteradamente. No había motivo, realmente, y yo sabía por experiencia que en realidad lo que quería hacer una conversación, un rodeo o algo elíptico como para saber cuánto debían pagarme. Yo me adelanté y le dije que nunca cobraba a instituciones sin fines de lucro, o educativas, o a pedido de docentes, colegas o amigos. Me contestó: “Bueno... gracias... era lo que queríamos saber... ahora sabemos que usted no cobra nunca”.
Minutos antes de la charla vienen a buscarme en auto y al llegar les solicito un café porque estaba un poco cansado y había dormido poco, pero en el lugar no había café. Un miembro de la institución me pregunta qué hacía yo, para hacer la presentación, y yo le dije: “Quehaceres domésticos”. Me miró como si lo hubiera estado cachando y de inmediato comenzó a reír. Después entramos en el salón donde debía hablar.
Antes de llegar a la mesa instalada a tal fin, un hombre, de viva voz, me expresa que él era porteño, que conoció lugares del tango, etcétera, y con el diálogo establecido comencé prácticamente a dar mi conferencia, que se trataba de un diálogo abierto más bien que una conferencia. Al llegar a la mesa el presentador me ordena, autoritariamente, que tome asiento y así lo hago. Hace la presentación y termina mis antecedentes: “También realiza tareas domésticas”. Seguidamente, me pongo de pie para iniciar mi charla, para responder al interés del público.
El porteño me sugirió un tema y a poco de iniciar mi respuesta se queda dormido. Miré al público y me quedé esperando un instante, por si se despertaba; volví a mirar al público e hice un gesto apoyando mi cara en la palma de mi mano derecha para comunicar que se había dormido. Se despertó con las risas generalizadas.
Fue una muy buena y movida reunión. Terminada la misma, la presidenta y un señor que conducía el auto me insistieron en tomar un café. Yo no quería, aclarando que lo necesitaba antes de hablar. Me insistieron tanto que acepté y me llevaron a un lugar, lleno de avisos sobre picadas de todo tipo. Yo tenía un apetito tremendo y me corría una fija: que me invitarían a una picada, dada la hora, 22 horas, porque el diálogo había estado muy ameno y se prolongó la charla excesivamente. Nos sentamos a la mesa y pidieron un café. La música fuerte que escuchamos era de rock y cuando llegamos los viejos la cambiaron por la de tango.
A todo esto, cuando había llegado el auto al lugar (el café), el conductor del auto se había ausentado y llegó más tarde (poco después de los dos primeros que nos sentamos). Tomamos el café y volvimos al auto, con el que regresaría yo a la ciudad. En la parte de atrás había un paquete envuelto para regalo y me pareció que era un obsequio para mí, pero no era así. Nos despedimos afectuosamente en la puerta de mi casa.
Lo pasé muy bien. Empero, pareció una sucesión de frustraciones. Más, estaba solo: mi mujer se había reunido con amigas para festejar el cumpleaños de una prima. Hice veinte minutos de sapeo en la televisión y, al no encontrar nada agradable, me metí en la cama y me quedé profundamente dormido.




*2. Es una expresión familiar, en sentido figurado, significando ´fingir una enfermedad o lesión´, con el fin de evitar un posible mal, o para excusarse de trabajar.

*1. Lugar expuesto, sin resguardo, a los rayos solares cuando son más molestos.



I
I


VERSERÍA

AVENIDA ESQUINA TANGO

A Carlos y Rodolfo De Arriba

Naesqui de gotán, no fulería;
de sover tanguero, Altamirano.
Te manyo por los dos “de arriba”
en la cafúa que no enguiya palco.

Y no es por chamuyar al bardo
que escracho la querencia de gomia;
me aceitan los patines viejos tangos
que encanutan nostalgias y alegrias.


PA’ QUE SE ACUERDE EL YOYEGA

                                    A Alberto García.

“Mañana o pasado sale,
le dijo Alberto García
y él con algarabía
la esperaba ansiosamente.
¡El lunfardo estuvo ausente
de la columna gloriosa!
¡Fíjese, troesma, qué cosa
es la máquina renuente!

Dispuesto a romper las bolas
se puso a escarchar la carta,
que parecía pancarta
con un recuerdo en la cola.
¡Son las cosas de Mondiola
por la pasión que lo ensarta!
¡Porque en vez de posta carta
salió un verso lunfardiola!

El ñato Yorla.

PAYADA PARA MI TÍA
 
 A Elvira Montes le escribo;
la que partió para España.
Esa fue su gran hazaña,
que tiene un sesgo atrevido.
Y así fue, cruzando el charco
con su prole muy querida
se dispuso a la partida
hacia nuevos horizontes.
Así es esta Elvira Montes
que nos dejó aquí en Bahía
la evocación de su nombre
y su vivaz simpatía.
¡Que mi canto no se calle
sentimientos del lugar!
Afecto no han de faltar
para esta gente Lavalle.
Como grandezas no tengo
en esta Argentina loca,
versear solo a mí me toca
la ocasión en esta tarde.
Y como tal lo supongo
a pesar de la nostalgia,
no ha de faltarle el mondongo
y tampoco las lasañas.
                                     Eduardo Giorlandini
 
                                                                       Bahía Blanca, 15 de febrero del 2003.
                               
 
LAZZATTI
 
Si esta versería es para Lazzatti,
doy por sentado que no es para su tío,
no evoca a ningún otro, cumpari o chichipío;
hablo, sí, de ese Lazzatti, el Jorge,
el que te da la mano suavemente, enorme,
mirando en todo caso bahienses horizontes,
de modo cálido, tan llano y tan tranquilo.
¡E uomo di respeto...Tiene don de gente!
Porta además el gesto leve y es sencillo,
y emboza mucho más que una querencia
que es de barrio, de amigo y convecino;
y, más, así lo digo, de la barra del feca,
cordial presencia de miércoles y viernes,
marca un destino de amistad y es cierto
que su afecto fraternal es siempre nuestro
y es propio de los que parejamente vuelven.
Es el así, con su franca voz y su sonrisa
Y con su andar derecho, a más cansino,
con su pasión de azul y oro en su bolsillo,
que son los colores fuertes de una mayoría,
y que demás está decirlo es Boca Juniors,
que creo saber es la mitad más uno
y es también la que empuja futbolera gesta
de sino triunfal y esplendor como ninguno.
Eduardo Giorlandini
Bahía Blanca, enero de 2003.

NORMAN
 
No manya qué es fayar y es sentencioso,
no se arrebata pero no tiene pausa;
si para de escuchar su chamuyar no cansa,
no tiene grito ni su laya es ser ruidoso.
Estoy parlando de un ñorse que es tanguero
y es laburante de oficio yornalista,
su espejaime es clarito y sin aristas
de mishio berretín que es fatear fulero.
Pero no hay breón que sea igual a Cristo
y si alguna fulería por la siniestra toca
no por eso tendrá que ser mal visto;
verdad de Perogrullo: es gallina, no es de Boca.
Pero es chivo de Liniers, y no es cabrero,
ni enguiyará rencor cabrón por lo que digo,
que siendo un punto millonario es un amigo,
este Norman Fernández, polenta y compañero.
                                                          E.G.
  
COMPADRE SAN PATRICIO
 
Ayer lo vi llegar
así como de zambra,
con su pintusa brava,
a mi compadre Laura.
Llegó con la sotana
blanca y su candor
sonriente, faso encendido
y tacorba flor y flor.
Vino con su rubor,
como de fiesta,
con su mirada y su voz,
leve gesto, clara testa.
Ayer lo vi llegar,
se fue, volvió
con su afán de andar
caminos cotidianos;
senderos de hermanos,
por cierto gomías
que a más de algarabía
te dan la mano,
y todos los días vienen,
y como vienen, van
y vuelven... siempre...
con su cuore de pan.
                       E.G.

PARA ANDREA
 
Tan sólo sé de tu nombre
y tu servicial andar,
aquí, en este lugar
de achicado horizonte,
donde la barra bromea
pero con furtivo amor
a una joven, que es Andrea,
de recóndito candor.
Pasos que vienen y van
como sueños escondidos
y en el ruedo emocional
un sentimiento prendido.
Para ella con cariño,
de la barra de Oro Preto:
el sentir de los “muchachos”
en versos que son recuerdos.

 
RICARDO
 
Es el rey de la rima y el eructo
y capanga sin abuela de la broma;
nadie puede batir que es un enjuto,
como no sea un parlamento en joda.
Para él, bolero y jota tienen rima,
igual que matadero y cacerola;
no se le pianta nada, ni aún la risa
de doña Luisa con su camisola.
Mediático de cierto son desde la boca,
De ahí sus emisiones gástricas diversas,
Más nunca un sol o un mí en flauta traversa,
Ni siquiera una queja tanguera en el bandola.
Es capo también de los maranfios
del martes, del miércoles y el jueves;
es dueño de un buyón de largas manos,
el Robinson Crusoe que se morfó a Viernes.
Pero el dogor es inteligente y bueno,
parlando ahora en serio y es notorio
que tiene simpatía, don de posta gente
y aire de Jack, no el destripa, sino Lemmon.
E.G
Bahía Blanca, 9 de enero de 2003
 
GRONE
 
Negro es nombre y es color
y los dos tienen su yeite;
el nombre tiene su suerte
y lo negro no es pintado:
si uno mira a cada lado
el color es desparejo,
pero negro es allá lejos
y es negro también al lado.
Tengo un amigo que es negro,
conocido por el mote
y siempre que usté lo nombre
se acordará de algún cuento,
una historia, algún chimento
venido de aquí o de allá,
o no se sabe de dónde
menos por casualidá.
El grone del que yo parlo
labura en radio, labura;
allí al meno es donde ficha
por su guiye Altamirano.
Poco antes de la una
se pianta para el café,
de vaquero y con cartera,
a manera de attaché.
Yo he tenido amigos negros
en esta vida fulera,
pero el Negro Pasquaré
no es un negro cualquiera.
Porque es tipo camotero
con los gomías del fecha
y así salga cara o ceca
te alegra su no se qué.
E. G.
Bahía Blanca, 9 de enero de 2003
 
 
VERSOS DE AGRADECIDO
 
Los años se amontonaron
y vinieron en patota;
más, mi emoción es grandota
al recordarse mis años
en un lugar que, se nota,
guarda el cariño de antaño.
Por eso agradezco a Marta
y al programa extraordinario,
y es por medio de esta carta
porque en verso es más notorio
el sello de la memoria
y la pasión que ella enmarca.
Viva el Domingo, que fue,
que es y seguirá siendo.
Va mi recuerdo sentido
y también mis sentimientos,
con el repaso querido
de tangos, lunfardo  y cuentos.
Para todos: mi amistad...
mi humilde agradecimiento.
¡La evocación siempre es buena
si la acompaña el afecto!
¡Hay cosas que no marchitan
aunque largo se haga el tiempo!
                                   Eduardo Giorlandini
 
 
LA BARRA DEL FECA
I
En el feca del trocén,
se junta una runfla posta,
que laburan de langostas
si se trata de comer.
II
Hay quías que al morfilar
embuchan todo un mercado.
¡Si se caen de la catrera,
se caen para ambos lados!
III
Otros chupan como esponjas
y los llaman “casa antigua”
(cada salida una tranca
y son muchas las salidas)
IV
Más allá, otros que gritan
y apabullan al de la lado.
¡Y si alguna vez se achican
es pa’ comerse el asado!
V
Pues el morfi puede más
que un principio o una idea.
¡A veces pensar marea
y es preferible lastrar!
VI
No es rareza que te parlen
sobre las cosas del mundo,
y si alguno te interrumpe
no le gusta que le hablen.
VII
Sí merece señalarse
que dan pruebas de amistad:
cordialmente te saludan
y garpan al retirarse.
VIII
¡Así es...barra de amigos!
Al final gana el afecto,
aunque te dejen prendido
un abrojito en el pecho.

IX
Si en ocasiones no van,
Se hace notoria la ausencia
Y preguntan: “¿Andará mal?”
y llaman por su presencia.
X
Por eso quiero cantar
a los amigos del feca.
¡No importa si es cara o ceca!
¡Lo que vale es la amistad!
                                               E.G
 
PA’ LOS  MUCHACHOS
(milonga circulera)
Ya que los años se van
y que el camino no es ancho
me he propuesto hacer un plan.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Que silencie el talibán
y deje de hacerse el macho
y se dejen de eructar.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Manos que vienen y van,
que a veces causan empacho;
Y dejen de bocinar.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Menos vinos al formar
...que después vienen escrachos
que se hacen pa’ jorobar.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Dichosos son los que juegan
al truco y no son borrachos
y se rajan a otras mesas.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Disculpen esta verseada
que no es obra de vinacho;
que aquí nomás la termino.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
Y si al fin de la velada
Faltase vino, ¡caracho!
Que nadie tire la bronca.
¡Es pa’ bien de los muchachos!
                                   E.G.
 
BARRIO DE TANGO Y AMOR
Tango
de Eduardo Giorlandini
 
Tengo a veces ganas de olvidarme
de perdidos sueños de cantor
del barrio gris,
para recobrar el sueño y la ilusión
que yo tenía cuando había tanto amor.
Tengo a veces ganas de olvidarme
y el impulso, frágil, se detiene
sin doblar la esquina del dolor
y la gran desolación:
mi callejón, sin la tierna canción.
Quedate aquí y con tu voz;
quedate aquí, en tu barrio gris,
con tu canyengue y tu manera de latir
una cadencia tuya tango,
al compadrear versos de arrabal,
que es tu raíz y tu razón.
Y así ganás sencillamente
el derecho de quedarte siempre
más, con tu son.
Cuando afloran voces del pasado
y el recuerdo cierto de una flor
del barrio gris,
para recortar la frontera que el tango trazó
cuando todavía había mucho amor;
un paisaje ausente de tristeza,
con aquel pasado que emociona,
la feliz historia de un amor
y la estrella de alentar
la alegría de la evocación.

BARRIO HOSPITAL
Tango
Letra: Eduardo Giorlandini   Música: Aníbal Vitali
 
Las quintas del pasado
se hicieron potreros,
sin veredas,
con yuyos, tamariscos
y sueños de primera.
Y, lejos, la frontera
de alambrado rural
fue guía del Canal,
mezclando la ilusión
del campo y la ciudad,
Barrio Hospital.
Cuadrera que cedió al progreso,
asfalto que venció al barrial;
recuerdo mi niñez, por eso,
yo canto a tu ser sentimental.
Tu gente de laburo terco,
tu azul y rojo de amistad;
arriba recortado el cielo
y abajo tu razón para soñar.
Quedaron desde entonces
recuerdos de abuelos,
los pioneros;
y aquel 20 de junio,
testimonio de anhelos;
también los berretines:
el sueño de aquel pibe
y, con su bandoneón,
sus ganas de cantar
tu historia en la ciudad,
Barrio Hospital.

 
CIRCULEANDO
(Payada premeditada)
 
Se piantan de algún lugar,
van los martes por la noche
derecho viejo a morfar,
con intención de escabiar
la producción de Mendoza.
Y allí no para la cosa
-en este batir la justa-
porque deschavar, me gusta,
grandezas y fulerías,
si se trata de gomías.
La cita es en Martín Fierro,
número cocín, siete, dos;
donde el maranfio te abruma,
por causa de tanta hambruna
que motiva a los presentes.
No es el batirlo indecente,
que la reunión es por eso.
¡Se comen hasta los huesos
unos cuantos pendencieros,
neuras, sabios y verseros!
(Y si la rima es con “ero”
no es culpa del romancero.)
Llegan los politiqueros,
abogados lavanderos,
hacedores de vaquero
remanyados reporteros,
historiadores, tangueros...
(Se me terminó la rima...
andá a cantarle a Magoya).
(Ahora pienso en la métrica
de esta payada atorrante).
Está el truco, en un aparte
y alguno de ojal grandote
(flor de costura precisa);
y está el otro que mastica
la bronca de haber perdido
dos porotos del envido,
más los trique del retruque
y se mandó el mazo al piso.
                                              E.G.

 
VERSOS LUNFAS PARA RENÉ GUERRERO
 
Me escapelo ante vos, por ser tanguero,
por embrocarte ñorse posta, Altamirano,
pulentería pura y entrador, René Guerrero,
y, porque así sos, siento que sos hermano.
¿De dónde salió este pingazo cadenero?
¿De qué tango o que milonga es el humano
sentir del corazón grande y sincero
de este amigazo que sabe dar fácil la mano?
Así sencillamente es él, René Guerrero,
y es seguidor de un grillo que es de tango,
de ese Rey del Compás que es Juan D’ Arienzo
y su son de evocación que es el del viejo barrio.
                                              Eduardo Giorlandini
 
EVEDITH (Tango)
 
Evedith,
siempre pienso en ti,
en tu ser y en tu amor,
que sólo es para mí.
Tu sonrisa y tu voz,
tu mirada de sol...
me acarician con frenesí,
amorosa Evedith.
Cuando pasan las horas
y las sombras de la soledad
buscan mi amparo,
sólo puedo soñar.
Cuando pasan las noches,
no sintiendo el perfume
busco tus manos
y aflora mi ilusión.
Evedith,
tu ángel está en mí,
es un arcano celeste
y es fragancia y jazmín.
Distancias y esperas,
encuentros que abrevan
de una manera febril,
Evedith.

EVEDITH
 
Ayer creí que la lluvia traería
acentos de un romance renovado,
esencias de amor y de alegría,
y un sentir profundo al ser amado.
Estuviste otra vez en ese día
con tu mirada y tu sonrisa, y el hado
que anunciaba un suceso, algarabía
del cariño que es un sueño alado.
Lo es porque él asciende todavía
por caminos azules constelados;
fue todo celestial lo que sentía,
era el amor que siempre había soñado.
 
Bahía Blanca, 7 de octubre de 2004
Para mi amor, Evedith A. Hosni.

DELFINA
 
No se cuando aconteció el milagro
de la unión de dos semillas buenas,
ni imaginé destinos y horas plenas
y la alegría de horizontes claros.
Salí del mundanal sitio del letargo
con la animación vital, sagaz serena,
por un motivo, Delfina, una estrella
que bajó a la tierra con amor soñado.
Vivaz, inquieta y cariñosa; en tanto:
es mucho más lo que despierta ella:
una presencia feliz, mirada bella
que cruza con su luz mi espacio largo.
Pero todavía hay más, y no es amargo,
y es la distancia, cuando no la ausencia,
la lejanía que alarga las querencias
y sentimientos que parecen de un tango.
El abuelo Dody, para Delfina, con mucho
amor, el 5 de septiembre de 2005.

 
EL CORDERO RECIBIDO DE CARNERO EN LA  
UNIVERSIDAD RANCHO
“No hay balido que valga”
 
Angueto era el perro invisible de Balá
y Violeta la perrita de trapo de Scasciotta.
Pero un productor agropecuario de esta zona
tenía un corderito que decía era especial.
Ladra, ladra Angueto; salta, salta Violeta;
bala, bala, cordero, decía el productor,
que criaba a la bestia con amor,
porque estaba destinada a unos maletas.
Pero no, llegó a recibirse de carnero
sin sufrir la experiencia parrillera
de un fogón frecuentado por hambrientos
donde todos morfan a su manera.
¿El cordero dónde está? Está pastando decía
el productor, pero cierto es que el carnero
de marras, día a día, más y más envejecía...
¡Ahora descansa debajo de un alero!
Aunque el cordero del caso era real
ya no sirve para el fin siendo carnero.
Y no hay derecho de nadie ni hay que hablar
siquiera de perturbar su aburrimiento.
 
Este es el poema que escribí para mi amigo Rodolfo Cataldo Cigno, dado que habiendo prometido el cordero éste no apareció durante mucho tiempo y la mora se convirtió en muletilla para reiteradas bromas en la mesa del café.  

ALEJANDRINA
 
Tiene donaire; Alejandrina es buena,
rica en afecto fraternal, serena
es su voz y fuerte es su simpatía,
y tiene una sonrisa que es algarabía.
No sé quién es y está allí atenta
en su trabajo cotidiano donde alienta
esperanzas de buena fe y de vida
que dibujan una imagen bienquerida.
¿No es acaso esta existencia rara
en el hacer laborioso de una caja?
¿O es que Dios la puso allí con optimismo
para que siembre su espiritual verismo?.
 
 
 METÁFORA A LA CIGÜEÑA
 
Dicen que lleva pero no lleva;
no sé si viene, pero no llega.
¿Tiene Baeza un modo tardío
que me provoca cierto estancío?
Estoy tratando de esperar; ansioso
por su presencia, ¿o se hizo el oso?
No he de prejuzgar, pues mi creencia
es que seguro tuvo una audiencia.
¡Qué Baeza! Y va esta otra
verseada y con ella es otra
de tantas con que tuve tiempo
de agradecer el ocio del momento.
Pero debo retirarme pronto
aunque el mensaje le resulte tonto;
por eso improviso de apurado
lo que es propio de aprendiz de bardo.
 
QUIQUE  (Enrique García Pereyra)
 
Lo rejuné en potién lejano, de dorconta,
y anche dopo refilando teyebis y talebos,
alegre, apotriyado, detrás de su dormostra
en la yeca de Estomba, sin raca de malevo.
Pasó el potién, colifa que te estorba,
la juventú cifrada en los ensueños,
cuando se acaba la racha de la pule monta
y la tapín diquera sentada en El Carreño.
 
ó, el gomía, Quique, en él encuentra
uno la alegría de volver a verlo,
que fuma, fuma y fuma, y la güisquea,
en la campana diaria de Oro Preto.
¿Por qué me bate acaso su historieta
si se zarpó de piola y cadenero?
¿Por qué? Si la vivió, taco y polenta,
y a todos los envidos dijo: ¡Quiero!
 
III
GLOSAS TANGUERAS

Temas interpretados por cantores bahienses
 
TEXTOS DE EDUARDO GIORLANDINI
PRIMERA PARTE
A
Alejandro Paredes tañe un instrumento innovado en la calidad de sus materiales componentes, y perfeccionado en la precisión de su estructura, con lo que vigoriza la antigua esencia que le permite una mejor expresión para el goce espiritual de la música popular, para la que fue destinado, históricamente, el acordeón.
A propósito de la síntesis de estos instantes presentes, aquí, folclore y tango: vale, decir que su protagonismo principal el del acordeón tuvo lugar en los países de Europa Latina, y que en Alemania y en la Argentina precedió al bandoneón.
Muy utilizado en la música popular de baile, demostró su valía, con respecto a la música que merece ser escuchada. Siempre vigente, entre nosotros, para el tango y el folclore, cedió sin conflictos espacio al bandoneón tanguista y mantuvo su prestigio en el alma de los argentinos.
Tango y folclore, en su faz literaria, evocan su presencia.
Vinculado a la canzoneta gringa se legitima y enaltece hoy con Adiós Nonino, que también manifiesta la instancia común del acordeón, del tango y del tano que dio la semilla y que un día se fue para morar en una estrella, haciendo largo el camino, con dolor y tristeza, y empujando el adiós a su amor, su tabaco y su vino.
(AP) Adiós Nonino.
 
B
(Para Paredes)
Por lo que he expuesto en el programa, en los temas que siguen, Años de soledad y Perlas de cristal, no existen disonancias culturales, artístico-musicales o sentimentales, bajo el prisma de una circunstancia argentina en la que su propia historia, su estructura social y su destino de nacionalismo musical, y universalismo, derivado de la composición social de nuestro país, conjugaron el modo de ser de sus gentes, con su libertad de expresión, su afectividad y su gusto por la música popular.
Así, se explica la aceptación de la polca, una danza rápida de posible origen polaco, que luego de hacer furor en Europa al promediar el siglo XIX, llega a nuestros países y se difunde en la Argentina. No fueron ajenos a ella algunos clásicos como Bedrich Smetana y Johann Strauss (h), y se juntó también con nuestro folclore y nuestro tango. Se comprende, porque entre los contingentes de inmigrantes, y su asentamiento en el centro y aledaños de Buenos Aires, se hallaban los polacos y porque la música se transmite libre y universalmente.
Se cuenta durante muchos años, en la ciudad de Buenos Aires, además del protagonismo propio en salones y bailongos, no finalizaba el baile sino con una polca; la costumbre generó un mote, merecido, porque el último tema, invariablemente era una polca, para indicar que el baile finalizaba. A esa polca se la llamó “polca del espiante” y tiempo después este mote fue el título de una obra de Francisco Canaro.
 
SEGUNDA PARTE
Miscelánea Trío se integra con la dirección del Maestro Mario Grossi (violín),  Pablo Gibelli (guitarra y canto) y Gisella Gregori (piano).
La miscelánea tiene que ver con la temática varia, a pesar de las identidades sociales, sentimentales y regionales.
Milonga de corralón trae la evocación de un lejano tiempo y de un territorio subrural o suburbano, el preferido de Jorge Luis Borges, vinculado a la guitarra más que al bandoneón; el corralón es recordado en tangos y milongas y da testimonios de nuestros usos y costumbres: los de carreritos y  cuarteadores, los de chatas, mozas que esperan ansiosas la llegada de ese hombre de alpargata, clavel o pucho en la oreja, o una flor cualquiera en la cinta del chambergo; ese hombre criollo que canta así:
“Por carrero y pobretón
me arreglo con cuatro cosas,
una yunta de mi flor,
una chata y una moza,
y este ritmo cuarteador
que anda pegado a mi sombra.”
Y, a más, La arenosa, cueca, danza con variada interpretación y diversos nombres según países y regiones; en nuestro caso, de esencia argentina, sin perder su calidad sudamericana, al difundirse en la franja territorial que fue el escenario de la lucha independiente de nuestros pueblos.
Otra muestra de Miscelánea Trío, con Chiquilín de Bachín, La última curda y Nocturna, temática que indica variedad de especies musicales y, en el último título, la milonga, y para acentuar la miscelánea, la incorporación del acordeón.
Chiquilín de Bachín, vals; Chiquilín de Bachín, tango. Dijo José Gobello: “Tango”. ¿Cómo tango expresó alguien del público? Gobello respondió: “Sí, tango en 3 por 4”. Y esta fue otra novedad de Astor Piazzolla.
En la partitura de Editorial Lagos leemos: ”Vals” y leemos “6 por 8”. Arreglador e intérprete entonces tienen la palabra.
En la época en que el restaurante Bachín había mesas con manteles de blanco papel, Astor escribió la música y Horacio Ferrer la letra, en ese papel. “Bachín” es el diminutivo de Batista, tratándose de Giovanni Batista Costa, a quien llamaban “Bachín”.
Pero más allá del vals, del tango y la milonga, que son objeto de Miscelánea, la esencia del clima es tanguista, por letra y música, y lo es por circunstancia, la noche.
Con los temas siguientes finaliza este espectáculo: Caserón de tejas, Garganta con arena y La cumparsita; cada uno con su historia propia y específica; cada personaje con su leyenda; cada compositor y cada letrista  con su creatividad y querencia; cada músico con su interpretación, su emocionalidad y sus sones de alma y vida, cada cantante con su voz, que es la manera de abrazarse con el público, cálida y espiritualmente.
Y quiero decir, finalmente: la música popular de esta noche exterioriza los buenos signos de la Argentina. Martín del Barco de Centenera fue uno de los primeros poetas en caminar estas tierras y dicen que el primero en llamar Argentina a nuestro suelo:
“De nuestro río argentino y su grandeza
tratar quiero en el canto venidero”.
 
PRESENTACIÓN
La Orquesta de Tango de Bahía Blanca, creada y dirigida por el Maestro Mario Grossi, con el respaldo de músicos, cantantes y cancionistas reconocidas, se presenta por tercera vez en este Teatro Municipal.
Abriga el propósito de volver, siempre, a este ámbito, como Pichuco al barrio, perdurablemente, como en el poema memorable.
Así, es parte de una vida tanguista común, abrazada a los amigos del gotán, que sienten lo que la música expresa de modo auténtico y hondos sentimientos y creen devotamente en el arte popular que posiblemente sea de manera no ostensible, en el caso del tango, en la opinión de Arturo Toscanini, la “música popular más profunda del mundo”.
Lo ratifican hoy, en esta circunstancia, la Orquesta del Tango de Bahía Blanca.
ASTOR PIAZZOLLA
Históricamente, hubo voces de malos augurios para el tango: ¡El tango se muere! ¡El tango se muere!. Eternamente la concepción biologista destinada a un género musical. Empero, la incorporación del bandoneón a la orquesta, la personería de la orquesta típica criolla, la renovación del tango con la romanza de Juan Carlos Cobián, desmintieron los presagios
Después de la muerte de Gardel: ¡El tango se muere!. Pero se vitaliza con Troilo, D’Arienzo, Pugliese, Di Sarli y otros. Y a pesar de la gloriosa década del ’40, se impone la vanguardia ultra de Astor Piazzolla, algo nuevo, de imagen revolucionaria, con otras señales y marcas que enriquecieron a la música ciudadana, conformando el espectro de “los grandes del tango”, para asegurarle vida perdurable, asumiendo el camino hacia la música clásica de los argentinos.
 
LUIS FILIPELLI
Bahía Blanca conoce y reconoce a Luis Filipelli; la ciudad y su gente ya hizo la experiencia de abrir sus oídos como un horizonte para recibir su expresión oral con sus canciones.
Superfluo es el enumerar sus antecedentes con los que ha construido su personería; todos ellos comprueban su profesionalismo, en el cimiento de la línea romántica y elevado arte.
El autor de estos textos estima más instalar en ellos una convicción fundada en una voz que talla en plenitud de cualidades y emociones generadas a partir de temas clásicos que calan hondo en el espíritu de la gente.
En la universalidad de su interpretación se advierte que hace sentir lo que siente, identificándose con quienes aman al tango, embelleciendo la canción porque es su propia belleza interior la que restalla ante un público preparado para recibirla y aceptarla de buen grado. Pues no es tan sólo la voz sino mucho más todavía.
Así, su arte es el espíritu del tango reflejado en el espíritu del hombre y de la mujer, o, como lo dijo Benavente, es la materialización de lo espiritual hasta hacerlo palpable y –agrego- perceptible en su esplendor, con letra y música, y un sentido llegador con alma y vida.
 
OSVALDO PUGLIESE
El barrio le marcó un itinerario y un sentimiento popular como substancia de sus creaciones y sus interpretaciones. El tiempo hazañoso y memorable del tango hizo lo suyo, desde el café lindero al arroyo Maldonado hasta el Teatro Colón, desde su participación junto a Paquita Bernardo hasta los frutos de la escuela de los De Caro, Malfia y Laurenz.
A esta riqueza musical agregó el ritmo picado, respecto al que no puede dejar de mencionarse la sonoridad, el fraseo y el vigor tanguista representado por un vocablo onomatopéyico: yum­-ba, yum-ba. La yumba se instaló como un paradigma y un hito en la evolución del tango; la repetición de dos compases rítmicos forma un dueto con frases melódicas y ayudaron a la creación de un modelo y una expresión genuinamente tanguera.
 
DESPEDIDA
Como en la letra de “Cuartito Azul”, “Llegó la hora de la triste despedida”, pero guardando el recuerdo en la mente y en el corazón. Cantamos el adiós pero volvemos, siempre, siempre. El Maestro Mario Grossi, porque su orquesta canta como Gardel, como lo anhelaba Pichuco, puede decir como en aquella letra de Mario Battistella: “Aquí viví toda mi ardiente fantasía/ y al amor con alegría, le canté”. Más, el amor al tango, en esta circunstancia y en este entorno.
La despedida es porque hay retorno; siempre está vigente la promesa de volver a cumplir para que la Orquesta siga expresándose y el Maestro pueda seguir diciendo, desde su morada del barrio: “Yo adivino el parpadeo/ de las luces que a lo lejos/ van marcando mi retorno”.
(Grossi, 18 de septiembre de 2005)
 
PRESENTACIÓN
De un lugar y de un tiempo distantes proviene una cierta narración que tiene una verdad y una enseñanza:
Había un pájaro prisionero en una jaula de hierro y creía que todos los pájaros vivían así, hasta cierto día que vio a otro pájaro revolotear en el espacio y posarse sobre los tejados y los árboles. Con ello, concibió el pensamiento de roer las rejas con el pico.
Y de un tiempo y lugar cercanos a esta noche, érase un muchacho iniciado en la rigidez de cierta música, distante del tango, que llegado como de la mano de su padre tanguero, a este Teatro, al escuchar las primeras interpretaciones orquestales, preguntó al papá: “-¿Quiénes son?”. –Son los que integran la Orquesta del Tango de Bahía Blanca”.
Un hálito de esencia tanguista penetró en su espíritu. También una motivación, un arcano, un sentimiento, un mensaje que informaba la perfección del arte musical y literario del tango y hasta la libertad de este género identificable con la libertad que ansían los jóvenes y, más todavía, su creatividad y su fibra. Discépolo había dicho: “Al tango no le gusta la cárcel” y se refería a las celdillas rígidas del tecnicismo musical y de las estructuras y la literatura de gabinete. El tango deja abierta esta posibilidad. El Maestro Mario Grossi la actúa como es el tango en su grandeza y autenticidad.
 
ELADIA BLÁZQUEZ
Hemos escuchado y asimismo sentido las circunstancias de la vida y de la muerte de Eladia Blázquez, como así de sus creaciones y de su personalidad singular. Hagamos el esfuerzo de penetrar en la intimidad de las cosas y testimonio vitales y recordemos también qué quiso ser.
“Yo quise ser un barrilete
buscando altura de mi ideal,
tratando de explicarme que la vida es algo más”.
Digamos que tan sólo se cambió de barrio y que, para nuestra afectividad, no le falló la fe ni la voluntad y que sí, que acaso fue que le faltó piolín, para seguir remontando los sueños de la vida terrena para acceder más tarde, mucho más tarde, a la vida eterna.
Fue su vida interior la que creó figuras literarias y melodías, con melancolía, con la queja escondida y no a tal punto de decir que “el tango es el libro de quejas del arrabal”. Siguiendo el derrotero de sus letras y poemas hallamos la balumba de vibraciones del alma, de enternecimiento, de humanidad y sensibilidad infinitas; gentes y horizontes urbanos, en un tango nuevo pero con su perdurable esencialidad. Tuvo muchas existencias, en el canto, en la poesía y en las ensoñaciones; y creó tangos escritos con el alma y con el corazón, que miró más allá del sur, avistando cielos, patios, malvones, valores y desvalores, personajes y leyendas, evocaciones de “musa triste y rea”, y, en fin, expresiones que enriquecieron a nuestra música nacional.
 
EL GRUPO MANANTIAL
Un cuarteto y una colaboración especial.
No pocas veces hemos escuchado la expresión “música nacional”, lo cual comprende en plenitud al “Grupo Manantial”, con historia de folclore y tango, con aptitud, calidad y arte con que se distingue a quienes trabajan, estudian e interpretan con certeza la trama y la fuente del arte musical.
Por haberlo oído y sentido, por haber tenido una humilde experiencia personal con sus integrantes y con quien colabora especialmente hoy en el grupo, deseo expresar, a modo de parábola para definir su personería.
En una clase de música preguntó el Maestro a sus alumnos qué se requería para gozar de la buena música. Uno respondió que una buena orquesta; otro mencionó la excelencia de los músicos; alguien, después mencionó el repertorio; otro más, los arreglos, y así sucesivamente, hasta que, finalmente, una reflexión informó que era todo eso y además la condición de transmitir emociones, porque, de otro modo, nada queda entre el que siente y el que se hace sentir. Es la emoción lo que fecunda sueños y que se asocia a lo que se ama, como don que es un regalo de Dios.
 
ABEL CORDOBA
Su nombre artístico es Abel Córdoba. Se inició en un dúo y continuó como vocalista, hasta la elección hecha por el Maestro Osvaldo Pugliese, debutando con él en 1964. De ello resulta la gran definición que puede hacerse del cantor, tiempo después solista.
Varias décadas estuvo junto a Pugliese y otras agrupaciones anteriores; su voz está registrada en más de 70 grabaciones. Sus giras le dieron prestigio y reconocimiento internacional. Pertenece a la pléyade de los grandes cantores de tango.
La verdadera génesis tuvo lugar con el gran Maestro, que lo fue suyo, desde su debut con el tango Whisky y en gran parte de su itinerario artístico, en la Argentina, Japón, América y Europa. El destino lo hizo recalar en Bahía Blanca, donde es reconocido y estimado. Hoy nos distingue y nos alegra hondamente su protagonismo aquí.
 
EL TANGO
Es muy frecuente la expresión: “El tango es una especie de la música popular”. Sin embargo, históricamente, la palabra “popular” fue difundida desde ámbitos denominados “cultistas” y académicos para establecer una distinción y una jerarquía. Que sea el tango popular, en el concepto actual, pero también es música nacional, internacionalizada y en vías de constituirse como música clásica de los argentinos.
Ernesto Sábato y otros hablaron de la hibridez del tango, lo que no es aceptable, aunque sea una resultante cultural, artística, literaria y coreográfica, con influjos de numerosos géneros musicales. Lo adaptamos así, lo hicimos nuestro, le pusimos el sentido espiritual y afectivos del ser nacional argentino y es, asimismo, folclore en el sentido amplio con que a este se lo concibe.
Fue música improvisada, música compuesta, instrumental y cantada; se incorporó al proceso cultural criollista, junto a otras manifestaciones del arte, la literatura y el baile. Es libre y diversificado y es la única danza del mundo de pareja abrazada.
Aquí, es manifestado por la Orquesta dirigida por el Maestro Mario Grossi y cantado por Sandra Savoia y Pablo Gibelli, con las aristas que son las señales de su autenticidad.
 
DESPEDIDA
 Así ha llegado a nosotros el momento de la despedida. Más, se trata de una instancia, de la cual sabemos que es una separación momentánea hasta el nuevo encuentro, gracias al trabajo con denuedo, a los auspicios del Instituto Cultural del Gobierno Municipal, de las empresas de Petrobras y Humberto Lucaioli; gracias a ustedes, los colaboradores y al personal del Teatro. Se sabe que partir es una sensación íntima, que, en estos casos deja la alegría y la satisfacción de la estética y de una gran pasión envolvente. Así que no hay dolor de partida ni de adiós, sino delicia y esplendor, dulce y llegador, que invita a volver con renovadas motivaciones, nutridas de tango.
 
GRUPO MANANTIAL. MABEL RUEDA
Mabel Rueda es la cantante del Grupo Manantial desde su formación, hace 24 años.
El grupo hoy está integrado también con Guillermo Aberasturi y Roberto Herbalejo, que también es cantor, además de haber frecuentado diversos instrumentos musicales.
Esta agrupación ha interpretado temas populares y prevalentemente el folclore tradicional sin descuido de la renovación musical que le ha permitido una síntesis entre lo clásico, tradicional y lo moderno.
El grupo actuó en Bahía Blanca, en la zona y en otros lugares del país, incluso Cosquín, en varias ocasiones, y otros festivales de la canción popular.
 
LA ORQUESTA DE TANGO DE BAHÍA BLANCA
Eduardo Giorlandini
Es común observar en la bibliohemerografía tanguista que en la Argentina finisecular (siglo XIX y XX) los tríos y cuartetos de tango se denominaron “orquestas”. Después el crecimiento económico y las posibilidades del proceso económico-social determinaron, junto a los cambios culturales, formaciones más amplias y diversas en cuanto a la incorporación de  instrumentos, músicos y cantantes.
El enriquecimiento se produjo por el desarrollo operado en los elementos del tango: la literatura y la letrística, la orquestación y el arreglo, la coreografía y la interpretación que generó estilos y signaturas especiales.
Las circunstancias actuales, críticas por cierto, el Maestro Mario Grossi asumió el propósito y la responsabilidad de una Orquesta de doce componentes de reconocido valimiento, con las aristas propias de una ciudad, Bahía Blanca, cuya evolución cultural, artística, literaria y musical, es ostensible y se halla en alto nivel.
Mario Grossi, violinista de óptima trayectoria, asumió la dirección, tal como ya lo hizo de manera óptimamente probada en un extenso itinerario profesional, y pone de manifiesta su rigurosa formación, su motivación raigal inmanente, así como su respeto al público que ama el tango y tiene la pasión de un resultado histórico y cultural que exterioriza tradición- y a la vez innovación- querencias, ternuras y sentimientos que armonizan con un pasado que siempre vuelve, inmarcesiblemente remozado con el espíritu renovador del artista.
No cabe hablar de expectativa, si de prospectiva que indica claramente un futuro con la certidumbre del trabajo serio, responsable y fundador, que generará goces, deleites y emociones raigales.
Me comprenden las generales de la ley porque invariablemente colaboré con el Maestro Mario Grossi, cuya obra, en una breve muestra llevé también al libro, pero objetivamente, adelanto mi convicción, remedando a Pichuco: esta orquesta podrá llegar a cantar como Gardel.
 
PRESENTACIÓN
La realidad es el pasado, es decir, lo que ha acontecido, que es reciente, y hoy, de nuevo, está aquí, en forma y circunstancia actual, la gran Orquesta.
No hemos de glorificarlo, pero muestra el reflejo del arte de una música y de una canción sin otra cosa que no sea la emoción de las interpretaciones que deslizan el sentido espiritual tan sólo de un sencillo clavel en la solapa, al lado del corazón.
Se dice que los que no se acuerdan del pasado están propensos a repetirlo. Sin embargo, ustedes y nosotros estamos juntos otra vez, porque en la memoria también se agitan los sones, además de los recuerdos y de la gran pasión que es el tango.
Existe presencia de aureola, que es producto de la realidad de la Orquesta del Tango de Bahía Blanca; el fruto del esfuerzo y del apoyo de las autoridades, de las empresas, de los medios de comunicación, de los músicos y protagonistas y, sobre todo, del público en el que se hace visible el resplandor de la voluntad, del ahínco y del trabajo, de la dirección y la coordinación, cantantes y cancionista.
 
LA MILONGA, EL TANGO Y EL VALS
“Todo está en todo”, escribió Paulo Coelho, en El Alquimista. También en el tango, como resultante cultural, artística, musical y literaria, que arrastra en su substancia el pasado de la payada, la milonga, el vals y algo más. Cada género musical, con su personería, acompañó al tango: milonga y vals fueron laderos consecuentes, parientes encontrados en nuestro lugar común, austral y arrabalero en el origen y mundializado en el derrotero.
Aunque en otro contexto, casi podríamos seguir la huella de un verso de Héctor Negro: ”Los tres como antes”. Una remembranza que se planta unos instantes en este escenario para exhibir la vigencia de algo que es nuestro, aunque haya llegado a nosotros desde lejanos tiempos y territorios ignotos, bajo la misma condición humana y las mismas estrellas.
Ya ha sido dicho, desde muy antiguo: las estrellas son seres vivientes poseedores de un alma, y es lo que el tango ha recibido, los fulgores del cielo, los dones de la Providencia.
 
ROBERTO GOYENECHE
El tango, como parte de la vida humana, está poblado de adioses. Han quedado los testimonios de las cosas y la gente. Han quedado recuerdos y vibraciones. Pero los del Polaco son fuertes, muy fuertes.
Tan solamente deberíamos decir que se cambió de barrio y que sigue estando y estará siempre. Se dice que ha muerto, pero no hizo otra cosa que adelantarse en el camino. Dejó aquí, al lado nuestro, todo lo que hizo, con su modo sencillo y vigoroso, su manera de expresar el tango, actual en cuanto al contenido de las letras, dentro de lo posible, alejado de cuchilleros y compadritos, así como de estampas y figuras inalcanzables para la juventud, que, junto a la gente madura lo admiró, comprendiéndolo, legitimando su mensaje interpretativo.
Murió el sábado 27 de agosto de 1994, poco después de las 14 hs., y se ha escrito: “Después de las 15, cuando las radios propalaban la noticia, los taxis que circulaban por la avenida Pueyrredón hacían sonar sus bocinas, en señal de duelo...”. La gente se aglomeraba. Horas antes había dicho: “!Ay Gardel!” ¡Si supieras las ganas de irme que tengo!” Así fue imaginada esta expresión.
Ese mismo día muere Beba Bidart. La evocamos también y va en este recuerdo nuestro homenaje, con inmenso cariño. ¡Beba de Buenos Aires!. Sus cenizas fueron esparcidas en Buenos Aires, según su expresa voluntad.
 
REYNALDO MARTÍN
Un gran cantor, que se une ahora a un gran músico y director. Los presentes de este momento no llegaron a este querido Teatro para cachearlos o para explorar cómo son, porque ya están sobradamente considerados y aquerenciados a sus testimonios de emocionalidad y devoción tanguista.
A Reynaldo le dicen “El Alemancito”, pero es bonaerense, como tantos notables del tango. Como autor de estos textos tengo necesidad de hacer un recuerdo personal. Yo tenía diez años más que él cuando se inició públicamente en el canto. Mi relación con Héctor Negro y con Ben Molar en la Academia Porteña del Lunfardo me posibilitó anoticiamientos de él, relevantes por cierto. Los amantes del tango lo recordamos por el cúmulo de actuaciones, dentro y fuera del país y, en mi caso, por mi amistad y mi humilde labor con Edmundo Rivero, su protagonismo en “El Viejo Almacén”. Tiempo después, su presencia en esta ciudad y los reconocimientos de la gente y de los comentarios periodísticos locales.
Los bahienses suelen hablar del estilo y del fraseo. Empero, hay cualidades que trascienden ese aserto: un modo expresivo. 
 
FINAL
Y llegamos al final de este grato encuentro. Y es un fin para los ojos, los oídos y el espíritu. Es el fin de un instante, de una jornada tanguera, pero no de las vibraciones del alma y de los hitos en la memoria de todos los que nos juntamos en este ámbito de la cultura de la ciudad.
Más, no es un final para el resto, de lo queda por hacer y cumplir, cada vez, cada mes. Desairemos a los “ángeles del mal” para permanecer en el cielo, junto a Gardel, a Troilo, Goyeneche, Manzi, Filiberto, De Caro y otros que, hoy, estuvieron presentes a nuestro lado, y tal vez mirando y escuchando desde una ventanita de arrabal celestial, en la ciudad; con su gente, que nada tiene de desencuentro ni mala junta, porque estamos en una circunstancia especial en la cual artistas, instrumentos, voces y sentimientos armonizan para una motivación común que nos llega desde la niñez y desde el alma colectiva del pueblo.
Y, en ese entorno, nuestro agradecimiento a las empresas que protagonizan solidariamente, Petrobrás y Humberto Lucaioli; a las autoridades públicas  -Municipio, Teatro, Instituto Cultural- y su personal técnico; artistas y público presente; a todos los medios de comunicación y, en particular, al Diario “La Nueva Provincia”. Se advierte, así, que igualmente esta otra jornada, la que llega a su fin, es obra de todos. Y es que todos somos una multitud; muchas almas, corazones y sentimientos, pero un solo latido al que el pueblo le puso un nombre: ¡Tango!
21 de Octubre de 2005
 
ANÍBAL VITALI Y LA ORQUESTA DE TANGO DE BAHÍA BLANCA
 
Los seres humanos tenemos sueños, esperanzas y propósitos. Esto es más intenso en el mundo del arte, la literatura y el baile. La Orquesta del Tango de Bahía Blanca fue un proyecto y se levantó como una fuerte torre, inamovible ante los vientos que azotan.
Pero hay argentinos que tienen el alma del barrilete, que necesita del viento contrario para levantar vuelo, y, así, la Orquesta se estabilizó en los cielos del tango y se engarzó en el espíritu del pueblo. Así, se cumplió un plan y un anhelo.
En la conjunción de signos, resplandores y emociones, se destacan luminarias, entre ellas la entraña, la esencia tanguista y el talento de un Maestro, Aníbal Vitali, que nos hace pensar que no es imprescindible mirar lejos si tenemos la fortuna de sentir cerca, aquí no más, el carácter de un fueye cuyos sones expresan la misteriosa esencia del fenómeno “tango”, cultural, histórico y emotivo.
 
LOS TEMAS DEL TANGO
El tango canción y el tango instrumental fueron frutos de la libre creación. En libertad ganó colorido, sustancias estéticas y literarias que informaron de amores, costumbrismos, personajes de la vida cotidiana, sentimientos de piedad y de alianzas con la vida total de la Argentina, del campo y la ciudad, del criollismo, del gaucho y su descendiente, el compadrito del arrabal establecido en la génesis con indios de paz, paisanaje pobre, negros e inmigrantes, que conformaron el ser nacional con la balumba de los gigantes del alma, las pasiones argentinas, los impulsos a veces instintivos y el temple que le ha dado eternidad, como una nave peregrina sin ancla ni quietud, que nos convierte en espectadores de un espectáculo imperdurable que es inmensidad y es refugio para el espíritu tanguero.
 
CARLOS ROSSI
No pocos argentinos mantienen el recuerdo grato de un gran cantor de orquesta y solista, vinculado artísticamente a grandes directores, y que después sus giras fuera del país, recalcó en las tanguerías de San Pedro Telmo.
Luego de un largo itinerario, la crítica lo ha considerado como uno de los mejores de las últimas décadas. Jorge Göttling lo ha destacado como uno de los más notables y afinados cantantes.
A los temas clásicos y tradicionales sumó algunos que comprueban su vocación renovadora. Es esto una de las señas del tango. Hemos hablado de la eternidad y ésta no existe sin el cambio, que pertenece a la misma dinámica de la vida humana.
De tal modo, Carlos Rossi generó una síntesis que cubre un amplio espectro temático que exhibe el tango en sus manifestaciones más emotivas y sensibles, en conformidad con adecuados repertorios. Es un cantor serio y responsable, un genuino profesional, trabajador de una cultura lírica especialísima. Que mejor que ameritarlo en una esquina que dejó huella en la historia tanguista: Independencia y Balcarce, como representativa de un escenario recíproco en la honra, el prestigio y la majestad de la canción.
 
EL SUEÑO CUMPLIDO
Primero fue tan solamente una idea. Seguidamente una convicción. El sueño tuvo forma, se hizo realidad y se consolidó el protagonismo esperado de la Orquesta. El 2005 fue avanzando. Las expectativas siempre vigentes. Las respuestas de variada esencialidad tanguista se fueron dando en cumplimiento de una obra sucesiva y constante.
El deseo, por hondo y raigal, aventó obstáculos, pues fue seguido del fervor laborioso. Dios ayuda al buen deseo del simple, escribió Cervantes, en Don Quijote, lo cual vale tanto para la Orquesta y para el Maestro Mario Grossi como para el público.
 
DESPEDIDA
En los bailes antiguos, de los reductos tangueros, para indicar el fin de la jornada, se acostumbraba a tocar una polca. La creatividad popular le signó a este anuncio como “la polca del espiante”. Después fue esta expresión el título de una obra de Francisco Canaro.
No hemos de repetir esta noche ese anuncio, pero nuestro anuncio es sencillamente: Derecho viejo, pues, como en el verso conocido: “llegó la hora de la triste despedida”.
 
ORQUESTA DE TANGO DE BAHÍA BLANCA
Una vez más, desde el umbral hacia el escenario, con el Maestro Mario Grossi; más, esta vez, es la Orquesta de Tango de Bahía Blanca. Llega como una ensoñación, suave y sencilla, pero abriga en su seno el vigor de una pasión, la emoción del arte de la música y la canción y de los bienes y dones que Dios puso en la creatura humana con el signo de la eternidad. Pues el tango no muere*(*3)
Quiero decir, por eso, que el tango es inmarcesible, por obra de quien crea sintiendo, innovando, revivificando, perfeccionando y reuniendo como la escritura musical en una partitura los elementos que comprueban que el alma puede cantar en una orquesta.
Hubo en un tiempo inquietudes desanudadas y, sin embargo, hoy –como fruto del denuedo de tiempos largos, del motivo y el fervor, vemos el paso adelante, el sueño cumplido y el pensamiento hacia arriba y hacia el horizonte de una ciudad que esperaba a la Orquesta que antes no pudo tener.
  ¡Que hable el corazón! ¡Que vibre el sentimiento al compás de la Orquesta! ¡Que se engarce en el espíritu de cada uno lo que es fruto de una historia y una leyenda! ¡Levantemos la vista, que alto, muy alto, hay una estrella que tintinea tango y que impronta sus vibraciones en el instante que viene para quedarse aquí, sin importar si es realidad o es sueño!.
 
SANDRA SAVOIA
Son varios los años que la identificaron y ameritaron como cancionista, en diversos ámbitos de la ciudad donde el tango fue protagonista notable y perceptible en el sentimiento tanguero de nuestra gente.
Sus cualidades y su temperamento motivaron su presencia de artista de valía en variados santuarios tanguistas y hoy lo hace por primera vez en este Teatro, no sin antes haber impresionado vigorosamente al Maestro Mario Grossi con su seriedad, su responsabilidad y su fervor para hacer las cosas bien, en uso de dones y virtudes específicos.
Joven estudiosa, bien dispuesta y talentosa, que no cede en su vocación estudiando canto y consolidando su expresión y su modo de interpretar melodías con fidelidad y estricto fraseo musical y gramatical para cantar el tango como es.
 
PABLO GIBELLI
Ya ha sido reconocida la personalidad de Pablo Gibelli, cuya experiencia se engarza con todo lo que tiene el signo de la profesionalidad, madura y respetable.
Acompañó durante muchos años el itinerario relevante del Maestro Mario Grossi. Joven cuya expresión gestual, sencilla y reposada, acompaña a una voz con color, el fraseo respetuoso hermanado con la melodía, las frases y puntuaciones y su buen registro de voz.
No abandona el estudio y se hace ostensible en sus interpretaciones su condición de cantor que trabaja y se enriquece con su constante aprendizaje. Su capacidad expresiva despierta emociones, que suman a las contenidas en el tango canción, respetando la música, los tiempos y la significación de la unidad artística, musical y literaria que es el tango.
 
PICHUCO
En el mes aniversario de su muerte; en este instante, en el minuto, en el año, en los tiempos, en la vida eterna.
¿Qué muerte, si estamos siempre abrazados con él y, en ocasiones, caminamos tomados del brazo, como en la vieja usanza? ¿Acaso no ha tenido el sentido de su vida reflejo en plenitud de su obra?
Todavía lo vemos, como en los versos de “El Gordo Triste” con los enigmas del vino acariciando sus ojos. Tenía la esperanza de morir, pero no fue así, se convirtió en sones que no se extinguen, en el perfume de una flor que no se pierde y que se afinca en la vida del tango que late en nosotros siempre invariablemente.
Al tiempo en que Arolas era un cachorro, no “El Tigre del Bandoneón”, alguien publicó un mensaje: “El tango se muere”. Después del desastre de Medellín, se repitió el anuncio. Empero, nació la década del 1940, que en realidad, soslayando el almanaque, comenzó con Pichuco en 1938, como un impulso vital: renacimiento que es obra del talento, de la sentimentalidad y la carencia que acompañó al fueye, porque esto era parte de un estilo. Hablemos de los misterios. Piazzolla recibió un bandoneón de Aníbal Troilo. Dijo que intentó tocarlo para que al hacerlo con inusitado vigor propio de Astor, dijo que escuchó ciertas vibraciones de dolor. El protagonismo de Pichuco implicó síntesis, tradición y también innovación, pero sobre todo fue sembrador de caricias, querencias y ternuras. Lo sentiremos aquí, vibra esto constantemente en todo tiempo y espacio, en el hogar, en el teatro, en la reunión galponera y en los santuarios ostensibles y recónditos del tango. 
 
FINAL
La orquesta se ha expresado, con todo su impulso interpretativo, en la universalidad del género musical, la creatividad de la música, la versería que es propia del tango, el arreglo magistral y lo indefinible de sones y vibraciones llegadoras.
Pudo ser de tal modo, como producto de la tenacidad, de la laboriosidad, la experiencia y, por qué no decirlo, del academicismo que transporta vibraciones, sones y enternecimientos; y fue factible también por todos y cada uno de los componentes: los artistas –músicos, cantantes y director-, la coordinación, el personal del Teatro, los medios de comunicación –en particular “La Nueva Provincia”, el Municipio- y de manera especial el Departamento Ejecutivo y el Instituto Cultural de la Ciudad de Bahía Blanca-, el público consecuente y las empresas que apoyan invariablemente el tango, en forma especialísima Lucaioli y Petrobrás.
Posiblemente se ha evidenciado un quehacer, el de todos los protagonistas de la formación de la Orquesta del Tango de Bahía Blanca, así como la actuación cumplida que es el producto del esfuerzo, para que ella sea una digna representante del tango en Bahía Blanca. Su vocación de permanencia la determina a manifestarse con la mayor periodicidad del caso, con una próxima actuación el 7 de junio próximo, con un nuevo repertorio.
La idea sobrevoló y se instaló en el hogar de la tierra firme y fértil, que es nuestra comunidad y nuestro lugar. Los tiempos que vienen informarán sobre los caminos. La gente acogerá en su espíritu esas melodías que son inherentes al ser nacional argentino.
El pasado manda, el presente renueva afectividades y huellas, el futuro trae esperanzas y sensibilidades propias de la naturaleza tanguista y de una actitud que cree en la vida perdurable de este fenómeno que, con inmenso cariño, llamamos “gotán”.
 
PRESENTACIÓN DE LA ORQUESTA Y CANTANTES
Los proyectos y los sueños que son imágenes espléndidas de la vida y de la estética, en su arista de arte popular, pueden cumplirse felizmente con el quehacer del artista y el alma colectiva del público que lo recibe con generosidad y gratitud.
Leemos en La Ilíada, de Homero, que los sueños vienen de Dios. Y podemos decir sin el equívoco que igualmente la música, la palabra, la canción, la interrogación y el baile y todo cultivo en alianza con la Providencia.
Es así cómo se legitima esta segunda presentación de la Orquesta del Tango de Bahía Blanca, con la dirección del Maestro Mario Grossi, así como –en el inicio- de los cantantes invitados Pablo Gibelli y Sandra Savoia, ya presentados en la primera actuación y reconocidos en la integridad de la excelencia y del linaje tanguero.
Esto es lo que se crea con amor; las impresiones gratas serán otra vez raigambre en el espíritu de la gente. ¡Que una vez más quienes gustan del tango y de la Orquesta regresan al hogar con la emoción y la remembranza, por la huella del tango!.
 
EL BAILE
Desde la Creación, la mujer transmitió al hijo por nacer los latidos rítmicos de su corazón. Después... el ser humano bailó, sin saber por qué. Desde la edad primera de los tiempos hasta hoy se agrandó enriquecida la cultura del baile, invariablemente popular. La vida es un parpadeo entre dos eternidades y, sin embargo, mucho se bailó en la Historia. A los latidos del corazón debemos la grandeza del ritmo que agita sentimientos, que promueve figuras y que dibuja sobre la tierra madre sensaciones profundas. El baile, así, se hizo pasión y, a más, ensueño.
Hoy, nosotros, con el tiempo de Dios, con la riqueza espiritual del pasado del baile, hablamos, aquí, del tango y la milonga; del arte de una coreografía que se expresa como una azucena al viento, nacida en el paraíso arrabalero de otro tiempo transportada a este lugar común, al amparo de los sones de una gran orquesta de tango.
 
CONTRABAJEANDO
Una vez, la gravedad del instrumento de arco, se metió en el tango. Nació a la vida de la música y hace tres siglos. Lo llamaron “contrabajo”. Cuando en la orquesta típica el piano, el violín y el bandoneón, necesitaron apoyo rítmico, se asumió su adaptabilidad a la condición tanguista, en lugar de la batería, relegada desde el vamos. Fue el cimiento de la orquesta y Ruperto Leopoldo Thompson, el primer contrabajista y el fundador del canyengue, al brindarse a la percusión: el negro Thompson lo golpeaba con la palma de la mano sobre la caja o con el arco en las cuerdas. Luego el canyengue levantó vuelo. También la orquesta y la música.
Es dable contrabajear como base de la orquesta y asimismo afirmar sus posibilidades solistas de contrabajo cuyo grave cordal armoniza con el temperamento tanguero. Asimismo, enriqueció la interpretación de géneros y especies musicales.
 
SCHIMIZZI
La ciudad reconoce a Juan Carlos Schimizzi, en la plenitud de sus calidades artísticas y en su presencia y su protagonismo en el tango canción.
Es un cantor que además de cantar el tango como es y debe ser, sus temas han armonizado con las circunstancias; no lo hemos “visto” en la majestad del escenario teatral cantar el tango que se canta en otros santuarios, pues posiblemente asuma el aserto:”Cada tango en su lugar”.
La conjunción de dones y virtudes de su expresión oral y gestual, nos acerca a las señaladas por Edmundo Rivero, en su libro, Las voces, Gardel y el canto, esto es, nos habla con música, crece para permanecer, crea sentimientos, practica el arte que viene del pueblo, nos transmite los paisajes que crea en su espíritu y su mente, busca el tono de acuerdo a su timbre, hace vibrar las fibras emotivas porque hace sentir lo que él siente ante un público preparado culturalmente para percibir los mensajes del artista. Y más, mucho más. Su voz oscila entre la entonación enérgica y la levedad de un suspiro.
 
EL BANDONEÓN
Mientras en las calles de Buenos Aires, a poco de dos décadas de su federalización, acontecía una revolución cívica armada, al comenzar el siglo XX tuvo lugar una revolución musical que se manifestaba en el varieté, el café y el burdel, con la incorporación al gotán de un instrumento, el bandoneón, que los porteños argentinos motejaron como pocos lunfardismo; traía en sus sones aires lejanos de funerales y fiestas campestres.
Su nobleza, derivada de los elementos de su construcción, se introdujo en el alma popular con su sonido, su porte y su arcano; de su carácter y esencia se desprendían quejas y alegrías, con los dones de la canyenguería y la nostalgia, informando que en él estaba en el espíritu que expresa su voz de tango criollo, aunque él haya resultado ser un instrumento inmigrado, gringo, argentino y folclorizado después.
Hoy tiene presencia y acción aquí, en este instante y señala el epílogo, el fin de una jornada siempre volvedora; pues siempre hay un solo camino para volver, porque existen las presencias que abren los oídos como un abanico para estar, ante el fenómeno tango, regresando siempre a sus reductos.
 
CARLOS GARDEL
Proyectándonos hacia el aniversario próximo de la muerte de Gardel, escuchen una fantasía, ficción y fábula, a saber:
Gardel nació en Bahía Blanca. Contó una vez un ángel que cuando llegaron las primeras carretas para su fundación real, vinieron en ellas algunos payadores. Uno de éstos recibió de un zorzal una rara semilla que traía en el pico y la plantó aquí con una canción, justamente en el lugar de este Teatro.
Después de mucho, mucho tiempo, nació Gardel. Se desprendió de la tierra, sonrió, empezó a caminar y cantó:
“Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno”.
¡Gardel no muere! ¡Tampoco el tango!
 
RICARDO HERNÁN
Ricardo Hernán canta el tango como es el tango, como debe ser.
Además de las cualidades naturales, de los rasgos técnicos y las raíces afectivas, para interpretar el tango y expresarlo cabalmente, enriquece a la canción con una modalidad propia, un estilo y una personalidad singular.
Un cantor es, de innumerables señales, que identifica cada tema con la emocionalidad propia del arte que transmite.
Se trata de la escuela mentora del Zorzal y que Ricardo Hernán transfiere, al cantar una substancia inherente el gotán que es propia y distintiva, y tiene la marca de la emoción y del sentimiento de la lírica popular.
 
COMO DOS EXTRAÑOS
Los años, el alejamiento y la separación de ayer, promueven la tristeza y la soledad de hoy.
Entonces, se busca la salvación en el pasado, aunque en él, igualmente, los recuerdos y la pena escondida, agiten el espíritu.
El ayer ha muerto y las almas que una vez se amaron son, dolorosamente, como dos extraños.

QUIERO VERTE UNA VEZ MÁS
 No hubo encuentro, a pesar de la búsqueda provocada por la amargura. No hubo retorno en la espera del encierro. La tarde invita a conversar con los recuerdos.
Las cenizas del amor no han de removerse. Todo ha terminado. Tan sólo queda la esperanza de un encuentro, una última mirada en la agonía y de tener un alivio antes de que la vida se extinga en un rincón.
No hay olvido posible, aunque la fiebre abrase la razón.
Basta el consuelo de una mirada, el embeleso que puede generar una mujer,  aunque haya dejado de amar.

DESPUÉS SI QUERÉS HABLÁ
He aquí el honor de todo hombre y la dignidad de toda mujer. Se ponen de manifiesto en el personaje de la letra ante la fanfarronería que brota de la insolvencia moral propia de cierta laya de chanta argentino cuando está envuelto por la incultura sentimental, al pasar inadvertido el significativo esencial de la madre y de la novia en la filosofía y en la lírica del tango.

“EL CHOCLO”

De la suburbia mistonga,
mezcla de canción y danza,
partió la nueva esperanza
del gotán de meta y ponga;

a París, desde una esquina,
con su arrabal y su lengue,
su percal y su canyengue,
fue la música argentina.

“AGUJA BRAVA”

Se le dio vuelta la taba
al hacer el espejaime:
quería matar el hambre
a costa de una garaba.

Pero el amor fue muy puro
y le ganó al cafiolaje;
muy fuerte fue el maridaje:
le dio la cana el laburo.

“FAROLITO VIEJO”

Farol que cantó Gardel,
de amor y de odio testigo,
mi Buenos Aires querido
te guarda un recuerdo fiel.

Farol del barrio malevo,
de la bronca y del querer,
ese... que en la voz de aquél
le chantó al envido un “quiero”.

GLOSA “LA CANCIÓN DE BUENOS AIRES”

El gotán trajo consuelo
y, en los caminos, amor;
el amor a nuestro suelo
en el criollo corazón.
Buenos Aires fue su cuna
y su duende el bandoneón.
¡No fue distancia ninguna,
desconsuelo o desamor!
el tango es canción porteña,
nacida en el arrabal,
es dulzura y, pa’ más seña
es la flor de la ciudad.


RICARDO HERNÁN
TANGO EN LAS VENAS
Glosas en prosa y verso de Eduardo Giorlandini, correspondiente a los temas del disco de 2002.

ME ESTÁN SOBRANDO LAS PENAS  
Las penas y la soledad solamente se alivian con el cariño.
La capacidad de la espera, para que se cristalice el sueño, es propia del hombre que no ha sido afortunado en la vida y se acostumbró a los golpes del dolor, que no siempre es inexorable y a veces puede ser vencido por la ternura.

VIEJO MÍO
La temática del tango es un extenso horizonte; en ella se comprende toda la vida humana y no hay cosa, persona o sentimiento ausente en ella.
La madre ocupa un lugar relevante y ampliamente representativo. El valor, el significado y la afectividad del viejo es, igualmente, ostensible y promueve querencias profundas, por lo cual tiene presencia sentimental y literaria vigorosa en la letrística de la canción argentina.

YO TAMBIÉN ME EQUIVOQUÉ
En la substancia de los versos de las letras populares, la confesión entre amigos se hace, en ocasiones, entre copa y copa.
Cualquiera sea la motivación, el padecimiento, el arrepentimiento o el tormento, la confesión en la amistad nunca está limitada por ninguna resistencia íntima, así sea el amor perdido pero recuperado con el reencuentro con la amada y el hijo; el fracaso por causa del error humano es vencido por el amor.

ROSAS DE OTOÑO
Dolor y esperanza... el sufrimiento del desprecio, ante una pasión que parece un sueño. Sin embargo, el sufriente, con su clamor, aguarda el tiempo del amor.

YUYO BRUJO
Manifiesta el sincero amor... el amor y la pasión generada por algo que es insondable, el yuyo brujo.
Es el sueño de la vuelta, el deseo de un amor inmarchitable, el temor de una pérdida amorosa, un signo de autenticidad y pureza afectiva.

CANZONETA
Es la evocación del barrio de La Boca, del bodegón y del inmigrante italiano y su acordeón; son versos que tienen el sabor amargo de la distancia y del recuerdo de la mamma, que empuja al llanto y al alcohol, en una estampa real de nuestra historia social y urbana.

EL ABROJITO
La letra expresa la pena del ser, prendida en el pecho, como se prende el abrojito del campo o del potrero del suburbio.
El motivo es el amor frustrado, pero con la esperanza latente del nuevo encuentro buscado con piedad.

QUIERO HUIR DE MÍ
Otra vez, en la lírica popular, el dolor del mundo.
En este vals es el padecimiento causado por la indiferencia.
El hombre ama, pero prefiere la distancia con el ser querido.
Importa el amor, al fin; la falta de amor es más fuerte que la muerte.

RELEGADA
Y otra vez el amor; amor que existe en el tango, en el vals y también en la milonga, que alguna vez perdió protagonismo, pero siempre estuvo presente, y reivindicada por el significado de un tiempo lejano, grandioso y fundador.

QUÉ BUENA FE
El asunto es una expresión popular de la ciudad, una cuestión al fin de nuestra naturaleza social y cultural, con la marca de la bondad, del valor espiritual, y la experiencia de un hombre solo y golpeado, que se expresa en el lenguaje pintoresco propio del argentino de la ciudad.

A DÓNDE VAS, QUEDATE EN BUENOS AIRES
Por desamor, desengaño y rencor, el hombre trata de escapar de la ciudad; pretende así terminar con la causa de su presunto fracaso, pero por obra de cierta imaginería o tal vez ficción es convencido del error de la partida, de un ámbito donde todavía están presentes Gardel, Rivero y la grata aventura de cualquier esquina de la ciudad.

LA CUMPARSITA
Canta compungido el ser,
por eso llora su vista
el dolor  pasa revista
por su hondo padecer.

Tango y dolor se dan cita
en cotorro abandonado,
del compadre que amurado,
inspiró “La Cumparsita”.

GERMÁN ARENS
MUÑECA BRAVA
Habla francés cameleado para los giles, pero es del barrio del negro Cele, donde no hay ningún palacete.
En esa onda, entreverada con el tango, no pueden estar ausentes las comidas con champán, como manda el código.
Apetecible bizcocho, tiene un bacán que le aceita los patines y mucha guita para gastar a dos manos.
Es de la línea de “Milonguita”, pero aún no se dio cuenta de la falta de amor, de la vida que se va y del llanto por venir.
El vaticinio es un final de fulería, con primaveras languidecidas y el error de no haber guardado un cacho de amor y juventud.

Tango de Enrique Cadícamo (letra) y Luis Visca (música)

PUCHERITO DE GALLINA
Tenía veinte abriles cuando se arrimó al trocén, al corazón de Buenos Aires, con intención de noche y calavera y, a más, con berretín de cantor.
Contradicción de barrio y de bareca, de chocolate o mate y del puchero de gallina en el Tropezón de calle Callao, donde se remataba la noche con viejo vino Carlón.
Evoca el tiempo de vida mistonga y sensiblera, cuando el mozo cantaba en el Parque Goal, lugar para chupar y escuchar cantores y tangos; o en los danzantes del bajo de Leandro Alem, donde iban chicas bien de casas mal y chicas mal de casas bien.
Y pasó lo de siempre: haber perdido calor de hogar, familia y juventud.

Tango de Roberto Medina, letra y música.

EL DOLOR
La frustración amorosa causó el alejamiento, en busca de alivio al dolor afectivo. Promesas, engaños, camino del olvido y , después, el retorno, con la conciencia que la ventura pasada había sido solamente una apariencia.
Más, el alma, como una herida, se cura. Ya no ha de mendigarse el amor. Sin embargo, tan sólo con verla pasar a su lado, se advierte que la herida se reabre y renacen amor y sufrimiento.
Se trata de una historia que a la censura oficial le pareció sensual y nociva, por lo cual debió hacerse una segunda letra.

   Tango de Manuel A. Meaños (letra) y Carlos Marcucci (música)

DESDE LA CANA
El quía, desde la cafúa, le cuenta a su mina cómo se fue de boca para ayudar a un goruta al que la policía le dio manyamiento.
Le pide a la mujer que empeñe algunos bienes de su propiedad y que se piante con la mina de un gomía.
Su esperanza estriba en un sobreseimiento, en cuyo caso será jubilado de circular en el yiro y le pide a la grela que trabaje con cautela al secretario del juzgado para que salga sin condena.
Llora su pena en la gayola, sin fasos, sin pilchas ni vento y mal mirado por el celador y después implora:
“Y acordate de tu coso
que aunque chorro y ranfañoso
sabe llamarte Grelita”.

Milonga, letra de Felipe Fernández (Yacaré) y música de Leonel Edmundo Rivero.

¡CHE, PAPUSA, OÍ!
Es una mina brava, pulentería, de pinta maleva y empiedrada fetén;
Milonguerita que parla con zeta y voces franchutas; bacana de la runfla de las locas de pris de Corrientes y Esmeralda, de Celedonio, y arrastradas por la corriente del gotán, entre el humo del ambiente y el baile de corte, de meta y ponga, como para volver otario al vivo y al rana gil.

Tango de Enrique Cadícamo (letra) y Gerardo Mattos Rodríguez (música)

AUDACIA
Es la derrota de la pobre piba, sacada del barrio y engrupida por un camba (vieja historia y temática de lejanos tiempos); su destino, el ambiente de bataclanas y partenaires, donde se anda con todo al aire, con la pintura de una bullanguera mascarita de un carnaval mistongo y rayana en lo grotesco.
Así la vimos pasar en algunos ámbitos de la noche, entre berridos de charlatán y canciones que no batían el tango como en verdad era, en ese tiempo, en el que poeta de las pensiones y payador del asfalto escribía letras que popularizaron muchos cantores y más todavía Edmundo Rivero.

Tango, de Celedonio Esteban Flores (letra) y Hugo La Roca (música)

EL MOTIVO
Hubo tiempo de papas milonguera,
en festines de reinas y de noches;
de minusas, shushetas y fantoches,
y santuarios de música tanguera.

Pero el potién se piantó, de veras,
y también los fuertes resplandores
de esos ojazos y rostros de colores,
 y la cama bacana dio paso a la catrera.

Tristeza, bandoneón, la gotanera
florcita del fangal y los amores.
sólo han quedado hoy los sinsabores
de una pobre paica arrabalera.

Tango de Pascual Contursi (letra) y Juan Carlos Cobián (música)

AGUJA BRAVA
Se le dio vuelta la taba
al hacer el espejaime:
quería matar el hambre
a costa de garaba.

Pero el amor fue muy puro
y le ganó al cafiolaje;
muy fuerte fue el maridaje:
le dio la cana al laburo.

Tango de Eduardo Giorlandidni (letra) y Edmundo Rivero (música)

TRES PUNTOS
Canción que dibuja una historia, un drama
de esos que la realidad nos muestra,
no es un juego, ni es broma ni protesta,
sino una voluntad cuando la muerte llama.

Empuja la injusticia y la parca gana,
y el alma no se ofrece para gesta,
no se sostiene la creencia enhiesta
ni se toma la vida pa’ jarana.

Canción, de Luis Alfredo Alposta (letra) y Leonel Edmundo Rivero (música)

AMABLEMENTE
Tragicómica historia, con ingredientes de drama y de grotesco, narra el encuentro de su mina con su amante. Y su sentir lunfardo y filosófico lo mueve a ordenarle, sin enojo con el hombre:
“puede rajarse, que el macho no es culpable en estos casos”.
Después de pedirle las zapatillas a la mina y hacerle cebar unos mates y    fumarse un faso, nada hace prever el desenlace fatal; besándole la frente, como dándole la bendición antes del amasijo.

Milonga, de Iván Diez (letra) y Edmundo Rivero (música)

LAS DIEZ DE ÚLTIMAS
Laburó de punguista, estafador, fullero y escrushante. Fue un caballero de industria, como en el boceto policial de Benigno Baldomero Lugones.
A más, caralisa, astiyó al gomía en estado de necesidad y se distinguió en la danza más cabrera.
Su morada final, una cafúa en el sud, y un pronóstico fulero: una paponia flor y flor y un jonca que espera a un chabón que vivió a su manera, motivado por los laburos de fulería.

Tango, de José Pagado (letra) y Edmundo Rivero (música)

NI NOCHE TRISTE
Amor de mina que se piantó en rezongo,
sin un consuelo para rajar la pena
del amurado en el bulín mistongo
que encanuta un dolor y se encuartela.

Y se piantó, del cotorro abandonado,
junto al amor el sol en la ventana,
de la percanta sólo quedó el retrato
la puerta abierta y la viola colgada.

Tango, de Pascual Contursi (letra) y Samuel Castriota (música)

MILONGA LUNFARDA
A las lindezas de nuestra tierra, acompaña el colorido vocabulario lunfardo: un dúo que da mancada a la leyenda de un país que se fue haciendo en el criollismo y en la conciencia runflera del arrabal de nuestras ciudades y poblados.
La parla rantifusa habría de ser el barbijo que le chantó fisonomía al rostro, como signo propio de un ispa destinado a la libertad de su chamuyo y su voz, su compadraje y su grito sagrado.
Contraviento y marea ahí está el porte canyengue y la baraja de una laya que nadie mata ni emparda.

Milonga de Mario Cecere (letra) y Edmundo Rivero (música)

VIEJA VIOLA
Vieja viola, sí, porque desde la vigüela acompañó toda nuestra vida. Vieja porque recorrió tiempos, territorios y géneros. Y recaló en el tango.
Garufera y vibradora de las horas de boliche y del primitivo bulín; igualmente de las noches de serenata. Abandonada después del sueño de cantor. Abandonada en la temática tanguista. Pero supo sonar papa y melodiosa.
Siempre queda en un epílogo la posibilidad de rechiflarse del escabio y estar de vuelta, retornando a la canción. No interesa si la gola se va, si la fama es puro cuento o andar sin vento. Vale la esperanza.

       Tango de Alfredo Roberto Gallipoli y de Raúl Pascual Mailles.

EN UN FECA
Hubo fecas de atorrantes y escabiadores, paicas y musicantes, chorros aburridos soñando con el vento por llegar.
También el filo de una minarda que laburó de cuento al otario, que pumguió por ella y por su cariño.
El único consuelo del punto fue la creencia que toda deuda hay que garparla y que esta laya mujer cae, al final, en las garras de un compadrito y que, como una flor, el cuerpo se marchita y, a la vejez,
“Nadie quiere el estandarte
si es lunga la procesión”.

Tango, letra de Julio Ravazzano Sanmartino y música de Edmundo Rivero.

MANO A MANO
La tristeza del amor frustado rechifla a cualquier punto. En la evocación queda la imagen tan sólo de una buena mujer y la presencia de bacana.
Más, la percanta había gambeteado la pobreza en la casa de pensión, pero pasó al frente en su condición de milonga pulenta.
Sus ilusiones fueron berretines y gaviones, otarios y magnates se entreveraron con sus  milongueras pretensiones.
Sin embargo, breón y la mina quedaron mano a mano. Como en tantas historias del gotán y la milonga, al punto le quedó el consuelo que a la vejez de la mina pueda refilarle un consejo o una ayuda si la ocasión se presta.

Tango, de Celedonio Flores (letra) y de Carlos Gardel y José Razzano (música).

CUANDO ME ENTRES A FALLAR
Experiencia de barrio y de calle larga, que es escuela y enseña cuando hay que arrugar y cuando cabe agrandarse.
Si del amor se trata y si falla la carpeta hay que ganar el corazón con la bondad y cuando se va llegando a la sombra del final hay que aflojar, no más y la mansedumbre manda.
Todo hombre se precia de su hombría, pero si llega a viejo recela, a pesar de la buena leyenda de una derecha compañera.
Una imprecación remata junto al amor la bravura del hombre en el caso del espiante.

Tango de  Celedonio Flores (letra) y José María Aguilar (música).

YIRA...YIRA
En cierto modo de ver y filosofar, la suerte es mujer y puede largarte parado, en la más triste mishadura.
En ella,la persona, el ser sufre la indiferencia y comprueba la mentira, el desamor y la insensibilidad. La vida quiebra y el dolor muerde, no cabe la esperanza de una mano fraterna.
No esperar la posibilidad de morir abrazado, porque ni siquiera la muerte tiene dignidad, y menos cuando en la instancia final
“se prueban la ropa que vas a dejar”.

Tango de Enrique Santos Discépolo (letra y música).

TORTAZOS
De alpargata y votivenco
partió al trocén la Pancracia;
tenía un berretín adentro:
el lujo y la aristocracia.

Cierto mishé la acamala;
guita, tapao peti gris;
matrona, pinta e’ bacana
y un ñorse es el infeliz.

Milonga de Enrique P. Maroni (letra) y José Razzano (música)

EN UN FECA
Ciertos cafés han sido frecuentados por personajes de diversa condición, incluyendo atorrantes, vagos o chorros soñando con guita por llegar, musicantes y con el protagonismo de mujeres fuleras, como en el antiguo café de camareras, en el que trabajaban sirviendo las mesas, bailando con los parroquianos y algo más.
Es esta la historia de un hombre que por el amor de una de estas mujeres, engañado por el cuento y el chamuyo, se dedicó al afano.
Su único consuelo –después del abandono amoroso de la mina- fue la creencia que toda deuda hay que pagarla y que esta clase de mujer cae, al final, en las garras de un compadrito y que, como una flor, el cuerpo se marchita, y a la vejez sucede que:    
 “Nadie quiere el estandarte
si es lunga la procesión”.

DESDE LA CANA
El tipo estaba preso. Le cuenta a su mina que se fue de boca para ayudar a un gil al que la policía lo manyó en un asunto de fulería.
Desde la cana le pide a su compañera que empeñe algunas cosas de su propiedad y que se piante con la mina de un amigo.
Tiene la esperanza de un sobreseimiento judicial, en cuyo caso no estará más en la mira de la policía; y le solicita a su mujer que chamuye al secretario del juzgado para que salga sin condena.
Llora su pena desde la cárcel, sin cigarrillos, sin pilchas ni vento y mal mirado por el celador, y luego le implora a su mina:
 “Y acordate de tu coso
que aunque chorro y ranfañoso
sabe llamarte ‘Grelita’ ”.

LAS DIEZ DE ÚLTIMAS
El personaje es un ñato de amplia formación laboral. Laburó de punguista, estafador, fullero y escrushante.
A más, ofició de cafishio y ayudó al amigo en estado de necesidad, ya que la guita le venía con poco esfuerzo y porque, después de todo, lo que se paga con guita es lo más barato.
Y se distinguió en el tango y en la danza más cabrera.
Su morada final fue una cárcel en el sur y un pronóstico fulero de cáncer y un cajón que espera a un chabón que vivió a su manera, motivado por los laburos de fulería.
Y, al final, es mejor vivir de primera y morirse de cuarta.
Y quien no encuentra el camino y quiera hacerse daño, no se suicide, siga viviendo... al bardo no más. No hace falta protagonismo: lo que mata es la indiferencia del mundo.

MUÑECA BRAVA
La muchacha habla francés trucho... para los giles;
Pero la muchacha es del barrio de Villa Crespo, donde no hay ningún palacete.
En esa onda, entreverada con el tango, no pueden estar ausentes los morfis con champán, como manda el código.
Apetecible bizcocho, la mina tiene un bacán con mucha guita para gastar a dos manos.
La historia es de la línea de “Milonguita”, pero la muchacha no se dio cuenta de la falta de amor, de la vida que se va y del llanto por venir.
El vaticinio es en final de fulería, con primaveras languidecidas y el error de no haber guardado un cacho de amor y juventud.

AGUJA BRAVA
Es una letra bien lunfarda, pero el lunfardo no es incompatible con el amor. “AGUJA Brava” es una historia de amor escrita en reo.
Porque reo fue el personaje, canflinfero, que tuvo la intención de seducir a una milonguera para hacerla laburar en su beneficio. Pero...
“Se dio vuelta la taba
al hacer el espejaime:
quería matar el hambre
a costa de la garaba”.
Es decir, se enamoró de la muchacha, abandonó su indignidad y empezó con su laburo de colchonero, y por amor quedó cardando lana:
“Pero el amor fue muy puro
y le ganó al cafiolaje;
muy fuerte el maridaje:
le dio la cana al laburo”.

ANÍBAL VITALI (bandoneonista solista)
EL DIA QUE ME QUIERAS
Es un tango de Carlos Gardel y de Alfredo Le Pera, autores de la música y de la letra, respectivamente.
Tiene el mismo título que la película filmada por Gardel en los Estados Unidos, al comenzar el año 1935.
La película se estrenó en Buenos Aires meses después. Fue tan famosa y tan famoso el tema que una pequeña empresa de plomería y electricidad ubicada en la calle Federico Lacroze 3527, distribuía una tarjeta ofreciendo sus servicios, con un grabado de Gardel, y una frase que decía: “El día que me quieras...!Llámame!”.
Adquirió repercusión internacional, habiendo sido interpretado por Plácido Domingo y José Carreras.
El día que me quieras tiene un arreglo especial del Maestro Aníbal Vitali, para bandoneón. El solista da una singular presencia y protagonismo tanto a la mano derecha como a la izquierda, independientemente, lo que es una característica general en casi todos  los tangos arreglados para bandoneón, científica y musicalmente. Ello es denominado disociación.

VOLVER
Es, también, un tango, música y letra, respectivamente de Gardel y Le Pera.
Al igual que El día que me quieras fue cantado por El zorzal criollo, en el citado filme.
En octubre de 1984, visitó a Buenos Aires el legado pontificio, cardenal Agostino Casaroli. Una multitud de jóvenes cantó temas en su homenaje. A pedido del Cardenal ese coro improvisado cantó el tema Volver y a su término, el ilustre visitante dijo: “Puedo aseguraos que es una de las cosas más bellas que he escuchado en mi vida”.

ADIÓS NONINO
La música de este tango pertenece a Astor Piazzolla y la letra a Eladia Blázquez.
Relató Piazzolla que para cerrar un año muy malo, ese de 1959, un día el teléfono le explotó como una bomba atómica. Estaba actuando con Copes en Puerto Rico, cuando recibió un llamado que le anunciaba que había muerto su padre Nonino. Cuando volvió a Nueva York, día después, pidió que lo dejaran solo en una habitación del departamento, se sentó al piano y en menos de una hora compuso Adiós Nonino. Entonces lloró como pocas veces había llorado en su vida. Dijo: “En el trayecto del aeropuerto hasta casa, en la calle 92, la imagen de Nonino se había aparecido en cada pared de New York, y en ese tema quedaron todos los recuerdos que tenía de papá”.
El arreglo especial del Maestro Aníbal Vitali y su interpretación, tienen como característica que los cambios de tonalidades del tema hacen del mismo una creación singular, con una duración de 6 a 7 minutos, propia de un gran músico.

LA CASITA DE MIS VIEJOS
El tango alude a la casa de Bahía Blanca, donde el autor de la música, Juan Carlos Cobián, viviera parte de su niñez y juventud; la letra pertenece a Enrique Cadícamo.
El tango es de 1931, años después es grabado por Cobián, por Osvaldo Fresedo y Astor Piazzolla, existiendo hasta el momento numerosas grabaciones.
El arreglo para bandoneón pertenece a Antonio Ríos, bandoneonista, compositor, arreglador y director, nacido cuando apareció en la historia el tango “Mi noche triste”, en 1917.
Aquí también está la intervención de Aníbal Vitali, en la primera parte, sobre una cadencia, con algunas otras características, sobre todo en la mano derecha manteniendo una sola nota, realizando otros movimientos, con digitación distinta, llamada “nota pedal”.

CHIQUILÍN DE BACHÍN
Es un vals, con música de Astor Piazzolla y letra de Horacio Ferrer.
Se ha escrito que el tema se hizo una noche sobre el papel blanco que se ponía a manera de mantel, del restorán de Bachín, de la calle Sarmiento, de Buenos Aires.
Este tema tiene personería por la variedad de acordes disonantes que lo diferencian de otros valses criollos conocidos, que generalmente se armonizan con más consonantes.

LO QUE VENDRÁ
Tango de Astor Piazzolla, quien registró este tango el 12 de abril de 1954. el título anunciaba, de algún modo, el cambio revolucionario que se produciría en el tango, por su propio protagonismo, con un nuevo renacer de la música ciudadana.
La interpretación se basa en el arreglo especial de Aníbal Vitali, comenzando con una introducción que altera lo tradicional, con acordes disonantes algo estridentes como haciendo referencia al título, continuando luego con el tema. El Maestro Aníbal Vitali no es meramente un ejecutante; músico, compositor, arreglador, director, concede su impronta a los temas que interpreta, con propia personalidad.

RESPONSO
He aquí un relato de su autor, Aníbal Troilo:
“Hay algunos temas que son mis preferidos, mejor dicho, los que más quiero: Sur y Responso...Responso nació una noche que estábamos en mi casa; había una gente ahí jugando al bacará y yo, no sé... no sentía que estaba ahí. Eran las 4 de la madrugada, y de repente agarré, me fui a mi habitación y empecé a tocar unas notas, así, hasta que salió  Responso. Creo que era el mejor homenaje que podía hacerle a Homero (Manzi)”.
Existe un arreglo importante de Aníbal Vitali, que él interpreta; bellísimo tema y precioso arreglo, ya que tiene hermosas frases de la mano derecha y al final una variación que finaliza lo que efectuara la mano derecha, terminando así, con la mano izquierda.
Como queda expresado fue un homenaje que Pichuco hizo a Manzi, poco después de su muerte.

CONTRATIEMPO
La obra es de autoría de Astor Piazzolla. El disco Llévame bailando, apareció sin sello en 1994 y la formación orquestal incluía bandoneón (Astor Piazzolla), piano (Carlos Rauch), guitarra (Al Caiola), bajo (Chet Ámsterdam), vibrafón (Eddie Costa), bongó (Willie Rodríguez), alternando la guitarra entre Varry Gailbrecht y Al Caiola.
Como lo indica el mismo título de este tango se trata de una rítmica distinta de los tangos tradicionales ya que el resultante del tema es una contra-diferenciación de la izquierda con la derecha.

¡CHE, BANDONEÓN!
Tango de Aníbal Troilo y Homero Manzi, música y letra, respectivamente.
El tema fue compuesto en 1950 y el autor de la música lo grabó con su orquesta y la voz de Jorge Casal el 24 de octubre de ese año.
Esta pieza tiene un arreglo especial de Aníbal Vitali, presentando varias gamas de acordes que hacen que en cierto momento el instrumento, bandoneón, tenga similitud con un órgano.

CZARDAS
Con este título V. Monti escribió una obra que se popularizó en la Argentina en primer término con una transcripción para piano de G. Ramella.
En ritmo de 2 x 4 es una danza popular húngara, variante del antiguo verbunko,que consta de un movimiento lento, melancólico, seguido de otro rápido y agitado.Liszt las hizo famosas al incluirlas en algunas de sus obras. Se habría difundido a principios del siglo XX.
Czardas, de Monti, al transcribirse para bandoneón presenta ciertas dificultades técnicas, dado que las obras llamadas clásicas generalmente están escritas para piano, siendo obvio que las digitaciones son dispares en otros instrumentos.

AVE MARÍA
La Plegaria de la Iglesia Católica fue puesta en música por Franz Schubert, obra en la que el acompañamiento proviene del Primer Preludio del Clave Bien Temperado, de Bach. En forma abreviada se la emplea como antífona para la Fiesta de la Anunciación (25 de marzo).
Con respecto a la interpretación que hace el Maestro Aníbal Vitali, pueden hacerse las mismas referencias dadas con respecto a Czardas, de Monti.

GRANADA
Esta obra es de autoría de Isaac Albéñiz. Entre su vastísima producción tiene una colección de piezas para piano entre las que se destacan Serenata española, Granada y muchas otras.
Este tema tiene una transcripción para bandoneón realizada por el Maestro Félix Lipesker. El rasgo especial es que el canto en la primera parte se ejecuta en la mano izquierda; otro distintivo: posee una rica armonización en las siguientes partes que ofrece algunas dificultades técnicas en el bandoneón por tratarse de una obra para piano.

MEDITACIÓN
Música de ritmo brasilero, de autoría de Aníbal Vitali; podría ser denominado como “bossa nova”, que es un término musical brasilero, aplicado al estilo evolucionado del samba y aparecido en la década de 1960-1970.
 Tiene facetas propias en el acompañamiento de la mano izquierda, que hace una diferenciación muy particular con respecto a la derecha, por los cambios de tonalidades.
Esta obra muestra la visión amplia y la formación de horizontes extensos, del músico y compositor.

DANZA HÚNGARA NÚMERO 5
Obra de Johannes Brahms, cuya creación pianística es muy amplia y comprende también danzas húngaras.
La transcripción de esta obra para bandoneón fue realizada por el Maestro Félix Lipesker, con las dificultades ya comentadas acerca de la escritura de una obra hecha para piano cuando debe ser interpretada y ejecutada en el bandoneón, cuya estructura y posibilidades son distintas, máxime se trata, el bandoneón, de un instrumento con teclado denominado “informal”.
Empero, Vitali realiza una bella interpretación.

SAMBA DE UNA SOLA NOTA.
Autoría de A. C. Jobím, brasilero.
Samba es una danza brasileña, en ritmo vivo y sicopado y presenta dos variedades: la batute (rural) y la maxixa (más moderada). Como muchos géneros musicales, tiene origen africano.
La originalidad de este tema estriba en que la mano trabaja una sola nota en la primera parte, diferenciándose de la izquierda por efectos distintos.
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3)         “Eres ceniza, fuego que apagado resurge de sí mismo enardecido. Eres misterio de lo conocido y libro abierto de lo inesperado”. (Neftalí Beltrán).
BIBLIOGRAFÍA Y OTRAS FUENTES
1.                       José Gobello, Tangos, letras y letristas; Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, Volumen 4, 1994.
2.                       José Barcia, Enriqueta Fulle, José Luis Macaggi, Primer diccionario gardeliano; Corregidor, Buenos Aires, 1985.
3.                       Natalio Gorin, Astor Piazzolla, a manera de memorias; Perfil Libros, Buenos Aires, 1998.
4.                       José Gobello, opus citada; id., id., volumen 5, 1995.
5.                       Mariano Pérez, Diccionario de la música y los músicos; Ediciones Istmo, Madrid,1995, tomo I.
6.                       Waldemar Axel Roldán, Música y músicos; El Ateneo, Buenos Aires, 1996.
7.                       Eduardo Romano, Las letras del tango; Editorial Fundación Ross, Rosario, 1991.
8.                       Entrevista al Maestro Aníbal Vitali, Bahía Blanca, junio de 1999
9.                       Eduardo Giorlandini, Tango y lunfardo; s.e.,Buenos Aires, 1999; Gotanfalún; Editorial Raigambre, Buenos Aires, 1998; Y aquellos troesmas del tango; Editorial Raigambre, Buenos Aires, 1999.
10.                  Homenaje a Troilo; La Maga, número 10, 1995.
11.                  Eduardo Giorlandini, Diccionario de la música; tomo I, inédito, Bahía Blanca, 1999.
12.                  Diccionario enciclopédico abreviado; Espasa-Calpe, Madrid, 1957.
13.                  Marcucci – Lipesker, Método moderno para bandoneón; Ediciones Musicales Buenos Aires, 1952.
14.                  María Susana Azzi, Antropología del tango; El bandoneón, Alejandro Barletta; Edición gráfica MG Mundo Gráfico/ Jorge Gluckmann, Buenos Aires, 1991.
15.                  José Gobello,  Letras de tango; Ediciones Nuevo Siglo, Buenos Aires, 1997.

 

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